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ARTILLERíA
MEMORIAL , nº 177/1 - Junio de 2021
de
En diciembre del pasado año se
dio a conocer que el proveedor informático
SolarWinds sufrió un ciberataque
calificado por la misma
empresa como «extremadamente
dirigido» y realizado por «un estado
nacional externo». Entre los
clientes de SolarWinds se encuentran
grandes empresas de los EE.
UU., además de organizaciones gubernamentales
como la NASA, las
fuerzas aéreas o el Pentágono. Tal
ha sido la repercusión de este ataque
que sólo un día después de su
investidura como presidente de los
Estados Unidos, Joe Biden pidió
a las agencias de inteligencia una
evaluación completa del incidente
para tomar medidas en el caso.
De forma similar a como lo haría una bandada
de estorninos, el movimiento de un enjambre
de aeronaves se realizaría a través de
un algoritmo que permita que todos los componentes
ubiquen un objetivo común y que
luego avancen gradualmente hacia la posición
deseada mientras exploran las distintas
posiciones en un límite...
La IA no es sólo una herramienta
para romper contraseñas, sino que
puede analizar complejos sistemas
de seguridad en busca de vulnerabilidades.
Un ataque de este tipo no
es exitoso por aplastar todo un sistema,
es suficiente con mermar sus
capacidades.
En completa semejanza a un ataque
realizado por un enjambre de
aeronaves, un ciberataque llevado a
cabo por IA sería realizado de forma
automatizada, simultánea, masiva
y a una velocidad considerable, de
tal manera que, al igual que unas
defensas aéreas, un sistema operado
por humanos sería completamente
vulnerable.
Y finalizando con el apartado de
amenazas, el UAS inteligente y el ciberataque
pueden converger en una
tercera amenaza. En 2017 un grupo
de investigación de SecureWorks3
detectó un sofisticado ataque donde
los hackers crearon un bot basado
en IA capaz de comunicarse con
las víctimas a través de perfiles de
redes sociales. Bot es la abreviatura
de la palabra robot, y no deja de ser
un software para ejecutar una tarea.
Los denominados chatbots pueden
además mantener una conversación
con el usuario. Si un bot puede o podrá
hacerse pasar por un ser humano
y se puede relacionar con otro ser
humano sin que éste tenga la más
mínima sospecha (diríamos que sería
un bot inteligente acogiéndonos a
lo que postulaba el matemático Alan
Turing4), podemos imaginar que un
UAS inteligente enemigo pueda relacionarse
con un sistema de vigilancia
e identificación, ciberatacarlo, y hacerse
pasar por una aeronave amiga.
De nuevo podemos imaginar a la IA
emulando un comportamiento observado
en la naturaleza. Al igual que
un virus, como por ejemplo el mismísimo
SARS-CoV-2, que es capaz de
camuflarse para engañar a las células
e ingresar en ellas, nuestro UAS
ingresaría en un espacio aéreo sin
que salte ninguna alarma por parte
del sistema de vigilancia.
¿IA COMO HERRAMIENTA
DE DECISIÓN?
Dejando atrás problemas de optimización
y cálculos matemáticos,
(3) Secureworks Inc. es una empresa estadounidense
de ciberseguridad (www.secureworks.com)
(4) Alan Turing (1912-1954) fue un matemático británico
y uno de los pioneros de la IA. En 1950 publicó
un experimento hoy conocido como el Test
de Turing. La versión más conocida de este test
es aquella en la cual un ordenador y una persona
mantienen una conversación escrita. Otra persona
actúa como juez y debe determinar, atendiendo
solo a la conversación, quién es la máquina.
En definitiva, se trata de un juego donde cada uno
debe hacer creer al juez que la máquina es el otro.
Es interesante que la inteligencia se determine,
en este caso, como la capacidad de engañar