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cesaria para su homologación. CASA estimaba en 20.000.000 pesetas la suma invertida por Minnesota Airmotive Inc. en el C-202B. En tales circunstancias no fue difícil el acuerdo entre CASA y la Dirección General de Industria y Material. Todo pasaba por la firma de un contrato satisfactorio para ambas partes. José Ortiz-Echagüe informó al Consejo de Administración de CASA en la sesión de 26 de octubre de 1959 de la próxima firma de ese contrato por un valor de 2.720.000 pesetas, que no era otro sino el de las facturas que habían quedado pendientes de pago por Minnesota Airmotive. Ortiz-Echagüe reconocería entonces que, dadas las circunstancias, se trataba de un acuerdo muy beneficioso para ambas partes. La puesta a punto y certificación del C-202B sería objeto de contratación ulterior. Para la cumplimentación del acuerdo la Sección de Industria de la Dirección General de Industria y Material había redactado el pedido 159-131-129 fechado el 10 de septiembre de 1959 y aprobado por la Junta Técnica cinco días más tarde. Este proceso dio origen al Expediente 9.269 cuyo contrato se firmó el 27 de noviembre, siendo los firmantes por parte del Ministerio del Aire Antonio Núñez Rodríguez, Jesús Casado Álvarez y Eduardo Quintana Pérez de la Riva, y por parte de CASA Pedro Huarte-Mendicoa Larraga. Fue elevado a Escritura Pública el 20 de enero de 1960. La contratación de los ensayos en vuelo precisos para la homologación del C-202B vendría de la mano del Expediente 243/60 que respondía a un pedido de la Junta Técnica de la Dirección General de Industria y Material del 1 de agosto de 1960. El contrato entre CASA y el Ministerio del Aire se firmó el 5 de septiembre y fue elevado a escritura pública el 18 de noviembre con las firmas de Antonio Núñez Rodríguez, Jesús Casado Álvarez e Ignacio Sánchez Blanco por el Ministerio del Aire y de Eugenio Aguirre Castillo por parte de CASA. Estipulaba la realización de 110 horas de vuelo con el C-202B y los trabajos de apoyo necesarios. Las 10 primeras horas de vuelo las realizaría CASA para la puesta a punto del avión y concluidas estas pasaría a manos del INTA donde llevaría a cabo el programa de ensayos restante que debería estar cumplimentado antes del 31 de diciembre de 1961. El valor del contrato era de 2.130.000 pesetas y las condiciones de pago eran las siguientes: – 10% a la aprobación del contrato. – 40% a la conclusión de las horas de vuelo a realizar por CASA. 122 Ernesto Nienhuisen (izquierda) y José Flors Meliá formaron la tripulación habitual en los vuelos de los C-202 una vez que Rodolfo Bay Wright abandonó CASA.


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