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tripulaciones de embarcaciones en el mar. Este destacamento dependía operativamente del Centro Coordinador de Salvamento de Baleares. Considerando la Jefatura del Servicio de Búsqueda y Salvamento que Santander, por su situación en el centro de la costa cantábrica, podría ser el lugar adecuado para establecer un destacamento del SAR, en septiembre de 1966 lo incluyó en su despliegue. El 27 de enero del año siguiente tomaba tierra en el Aeropuerto de Parayas (Santander) el Agusta-Bell 205 (EC-AYO), que activó el destacamento. En este vuelo se incorporaban para formar el destacamento, el piloto capitán Santiago Aizpurúa, y los sargentos 1º Campo Cacho, Avilés Fernández y Gómez González. A lo largo de la vida del destacamento, se realizaron quince relevos de helicópteros, aprovechándose el cambio para efectuar al relevado las revisiones reglamentarias en el Escuadrón “madre” en Getafe. En julio de 1968 se incorporó al Destacamento el teniente Jesús Puente Buces. Durante el tiempo que duró el destacamento, se realizaron magníficos servicios en el rescate de personas en las playas, y de montañeros en los Picos de Europa, hasta el 23 de diciembre de 1970, en que un desgraciado accidente destruyó el helicóptero Agusta-Bell 205 (EC-SSR), resultando cinco muertos y un herido grave, el piloto teniente Puente. Verdaderamente fue una pena este desgraciado accidente, pues con él desaparecía de Santander el Destacamento del SAR que durante los cuatro años que permaneció en Parayas tantos y tan buenos servicios prestó. Entre otros servicios, podemos resaltar los realizados en dificilísimas condiciones de rescate de montañeros despeñados en el Naranjo de Bulnes, la recuperación de los alpinistas Gervasio Lastra y José Luis Arrabal, igualmente en el Naranjo de Bulnes; asimismo participó en las labores de extinción del petrolero de bandera noruega Polycomander en Vigo, por la que la Armada concedió recompensas a la tripulación que participó en dicha operación. Con la misión de atender el salvamento de náufragos en las zonas del Atlántico y el Cantábrico, y colaborar en cualquier tipo de accidente, catástrofe o calamidad pública, traslado de enfermos y rescate de aislados, se creó, el 13 de marzo de 1973, un destacamento en La Coruña, con un helicóptero Alouette III. Desde esa fecha realizó arriesgadas operaciones de todo tipo en la costa de la Muerte con espectaculares rescates de personas en el mar o en tierra. Este destacamento se desactivó, en 1990, cuando la Marina Mercante se hizo cargo del Salvamento Marítimo. Esta unidad ha dejado constancia de su buen hacer en innumerables misiones reales, pero las inundaciones de Almería y Valencia, País Vasco, accidente del avión de Iberia en el monte Oiz (Bilbao); las inundaciones en Murcia y Málaga; salvamento de náufragos de los petroleros Urquiola y Andros Patria, y Mar Egeo; evacuación víctimas del Camping de los Alfaques; y la búsqueda de las víctimas del autobús escolar de Santa Cristina de la Polvorosa (Zamora); más un largo etcétera que incluye toda una serie de misiones que, desde el anonimato, han supuesto una entrega total por parte de las tripulaciones. Y esta entrega a veces ha superado todos los límites puesto que en cumplimiento de su misión operativa han dado hasta su vida. Así podemos constatar el hecho ocurrido el 5 de febrero de 1998 en el que un CASA 212 Aviocar realizando un ejercicio de búsqueda en montaña se estrelló en la Sierra de Madrid cerca de de la localidad de Pinilla del Valle, falleciendo sus cinco tripulantes: tenientes Oscar Vicente González y Antonio Manuel Montero Medina, brigada Mariano Benito Carro, cabo 1º José David García Fernández y el soldado Gonzalo Castillo Díaz. Por otro lado, cuando Mozambique, país considerado junto a Haití el país más pobre del mundo, vio agravada su situación económica por las lluvias torrenciales producidas por el ciclón tropical “Eline” a su paso por el país, en marzo de 2000, España decidió ayudar. Lo hizo de dos formas, ayuda de emergencia y ayuda para la reconstrucción. La primera consistió en el envío de varios aviones con ayuda humanitaria (alimentos, potabilizadoras de agua, etc.). Para ayudar a la reconstrucción se decidió establecer un destacamento de tres helicópteros, dos Super Pumas del 803 Escuadrón (Ala 48) y un Cougar de las FAMET. En un Antonov 124 fueron transportados los tres helicópteros desde la Base Aérea de Torrejón de Ardoz hasta la Base Water Kloff (Namibia). Desde aquí, en vuelo, se llevarían hasta Maputo (Mozambique). Fueron infinidad de misiones las realizadas, tanto de aeroevacuaciones como de ayuda humanitaria y, como se ha escrito “haciendo justicia a los méritos y a la labor realizada por este grupo de profesionales, debe afirmarse que la misión se ha completa- 157 SS el Papa Juan Pablo II, en un helicóptero del 402 Escuadrón, con el autor del artículo. (Archivo A. Roldán). Asimismo el Ejército del Aire para sustituir al CASA 212 (D.3B) en versión de salvamento, rescate y vigilancia marítima, contrató con EADSCASA la modernización y transformación del CN-235, en versión de Patrulla Marítima. La primer aeronave modificada se entregó en Cuatro Vientos el 11 de febrero de 2008


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