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Este hecho, cuyas razones no se han podido aclarar, podía denotar la intención de equipar en su momento los Breguet XIX con ese tipo de motor o simple y llanamente una posible voluntad de ampliar horizontes creando un departamento de construcción de motores de aviación. El Consejo de Administración examinó en su reunión del 7 de febrero de 1925 la conveniencia de adquirir la patente del motor Jupiter. La opinión de los consejeros fue favorable y se dió la conformidad para que continuaran las gestiones al respecto. Incluso se autorizó la exploración de las posibles opciones existentes para financiar el proyecto. El asunto quedó en suspenso hasta 1927, fecha en que tras un largo parón se volvió a negociar y se estableció un borrador de contrato de licencia con la Société des Moteurs Gnôme et Rhône, a partir del cual CASA adquirió la licencia de producción del motor Jupiter a finales del mes de julio. De poco o nada servía disponer de la licencia del motor Jupiter si no había aviones donde montarlo. De ahí que Ortiz Echagüe sugiriera ofrecer la licencia al Servicio de Aviación Militar17 en las mismas condiciones en que se había obtenido y mostrar una total apertura en cuanto a las condiciones que este impusiera. La falta de interés por parte de ese servicio y posibles discrepancias entre ambas empresas condujeron a la rescisión del contrato de licencia con Gnôme et Rhône a finales de febrero de 1928. No hay documentación que indique ni siquiera de manera somera cuáles eran los planes de CASA acerca de la posible producción del motor Jupiter. En aquellos días Elizalde, SA, y la Hispano-Suiza eran las empresas españolas que construían motores de aviación. No se puede descartar que se hubiera buscado un acuerdo con alguna de ellas, muy probablemente con Elizalde, pero en todo caso la renuncia de CASA dejó todo en el terreno de la hipótesis. EL ACUERDO CON DORNIER Y LA FACTORÍA DE CÁDIZ La adquisición por CASA de la licencia para producir hidroaviones Dornier fue una consecuencia más de su pertenencia al grupo de empresas aeronáuticas de tecnología avanzada de la mano del Breguet XIX. Muy poco es lo que se conoce de los inicios de lo que acabó siendo una actividad fundamental en la vida industrial de CASA en los años treinta. De la documentación disponible se desprende que la gestación del acuerdo de licencia se remonta a 1925 y corrió a cargo de José Ortiz-Echagüe, pero no se puede descartar que el inicio de las conversaciones se remontara mucho más atrás en el tiempo. En la reunión del Consejo de Administración del 23 de febrero de 1926 se leyó un anteproyecto de contrato entre CASA y Dornier Metallbauten GmbH, aprobado por los consejeros que autorizaron a Ortiz-Echagüe para ultimar los detalles y proceder a su firma. El acta de la mencionada reunión señalaba que Claude Dornier había visitado la factoría de Getafe ... reconociendo la superioridad de nuestra organización y mano de obra especialmente en lo que se refiere a construcción metálica para los aviones ... e indicaba que esas impresiones habían ... influido en el ánimo del señor Dornier para acordar el contrato con nuestra Sociedad .... Claude Dornier buscaba producir sus aviones en el exterior para obviar las limitaciones a que estaba some- Plano de la factoría de Getafe dibujado a mediados de los años 30. A la izquierda la nave de fundición tal y como quedó tras la ampliación concluida en 1933. 85


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