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BOLETIN INFANTERIA MARINA 23

HISTORIA 3. EL BATALLÓN Y EL REGIMIENTO DE BALEARES En noviembre de 1936, los nacionales constituyeron Palma de Mallorca como Base Naval Secundaria y se reforzaron sus defensas antiaéreas, antisubmarinas y de artillería de costa. Ibiza, Sóller (submarinos) y Pollensa (Aeronáutica Naval) fueron activadas como Bases Auxiliares, que se artillaron con piezas procedentes de los cruceros Princesa de Asturias y Cataluña y del acorazado Pelayo. En febrero de 1937, para el servicio de la nueva Base Naval, se constituyó en Palma de Mallorca el Batallón de Infantería de Marina de Baleares. La necesidad de contar con fuerzas del Cuerpo se hacía sentir, a pesar de encontrase todavía en vigor su extinción. Este hecho se reconoció legalmente al año siguiente, 1938, en que por ley de 30 de septiembre, firmada por Franco, se derogó el decreto de extinción del Cuerpo. En la zona republicana se había hecho antes, concretamente por decreto de 28 de junio de 1937, firmado por el Presidente de la República, Manuel Azaña. Para constituir el nuevo batallón se ordenó la presentación de todo el personal apto para el servicio militar. Se organizó con cuatro compañías de fusiles y una de ametralladoras, con ocho máquinas, una sección de transmisiones y un tren de acompañamiento. Para activarlo se contó con oficiales del Cuerpo en situación de retiro, al mando del teniente coronel Abelardo Galarza Alvargonzález. Galarza había tenido una brillante actuación en la campaña de África, encuadrado en el Regimiento Expedicionario de Infantería de Marina, campaña que comenzó de capitán y finalizó como teniente coronel, siendo su ascenso a comandante por méritos de guerra. El cuadro de mandos se completó con el comandante Felipe Montaner y Maturana, conde de Alba Real del Tajo los capitanes Sanguino (de 70 años de edad) y Francisco Mas Zandalinas y el teniente Alfonso Verdera. Como veremos más adelante, Mas mandó el Tercio de Baleares en dos ocasiones, como teniente coronel y como coronel. Dichos oficiales tuvieron que constituir la unidad partiendo de cero. Fue necesario formar a los soldados, cabos y oficiales, para lo que se contó con personal de las islas en su totalidad. Pronto el esfuerzo, dirigido por un jefe tan capaz, comenzó a dar sus frutos: se prestaron servicios militares en la isla, se embarcaban fuerzas en buques y se llevaban a cabo toda clase de ejercicios. El cuadro de mandos se completó con otros oficiales, como los comandantes Rivas Fabal y Juan León y los capitanes Fernández Castelló, Toro, Díez, Besada, García Ráez, López Álvarez y Pérez Manso. La enseña nacional le fue entregada a la nueva unidad el 15 de junio de 1937. Como podemos observar en la figura, su leyenda reza «Batallón de la Base Naval de Baleares». La bandera es bicolor, con el escudo republicano, ya que hasta febrero de 1938 no se adoptó en la zona nacional el escudo con el águila de san Juan, que sería el nacional al acabar la guerra. Esta bandera fue de las primeras en la historia del Cuerpo en la que se sustituyó el tradicional color morado por los colores de la bandera nacional (en este caso, el rojo y el amarillo, 46 BOLETÍN DE LA INFANTERÍA DE MARINA


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