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REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 860

un brazo retráctil que alcanzará la superficie del asteroide. Osirix-Rex emprenderá el regreso a la Tierra en marzo de 2021 y llegará “a casa” en septiembre de 2023 convirtiéndose en la primera misión de EE.UU. para tomar muestras de un asteroide. Después de cerca de dos décadas de trabajo la NASA ha finalizado la construcción del Telescopio Espacial James Webb, el telescopio espacial más grande que jamás se haya construido y el considerado como sucesor del Telescopio Espacial Hubble. Está previsto que sea lanzado en octubre de 2018 a bordo de un cohete Ariane 5 desde Guyana Francesa. Y en esta despedida de 2016b también nos despedimos de John Herschel Glenn Jr. Fue el tercer estadounidense en volar al espacio tras Alan Shepard y Gus Grissom, y el primero en orbitar sobre la Tierra, en 1962, en tres ocasiones. En 1998 volvió al espacio a la edad de 77 años; hasta ahora, ha sido la persona de más edad en hacerlo y en 1999, recibió, junto a sus compañeros en el transbordador espacial, el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional. EUROPA 2016 ha sido un año increíble para la Agencia Espacial Europea. Estrenando el 2017 estrenamos el sistema de posicionamiento y navegación Galileo, que se complementa con los tres sistemas actuales de posicionamiento: el estadounidense GPS, con 31 satélites en órbita; el ruso GLONASS, con 24 en órbita, y el chino BDS, con 21. El coste total del proyecto Galileo, que prevé contar con una constelación de 30 satélites para 2020, es de unos 7.000 millones de euros. Los seis Ariane-5 ECA, el Ariane-5 ES, los dos Vega y los Soyuz “rusos” lanzados desde el puerto espacial de Kourou, en la Guayana Francesa han sido los cohetes que han puesto a Europa en el espacio. Lo nuevos satélites Sentinel llegados en 2016 fortalecerán al programa Copérnico, que representa una revolución en el campo de la observación de la Tierra. Esta polifacética misión estudiará de forma sistemática los océanos, la tierra, el hielo y la atmósfera de nuestro planeta, lo que permitirá monitorizar y comprender mejor sus dinámicas globales a gran escala, y proporcionará datos prácticamente en tiempo real para mejorar los pronósticos meteorológicos y las predicciones marítimas. La histórica misión Rosetta de la ESA finalizó, según lo previsto, con el impacto controlado sobre el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, al que llevaba estudiando más de dos años. El descenso brindó a Rosetta la REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Enero-Febrero 2017 51


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