otras cualidades comunes a muchas formas de liderazgo, al menos debería tener una inclinación innata hacia el vuelo, constante deseo de superación para acariciar la perfección, flexibilidad para adaptarse a un entorno desconocido, valor para enfrentarse a situaciones de riesgo y capacidad de decidir con rapidez y precisión, de aprendizaje para dominar una tecnología cambiante y de síntesis para transformar la información disponible en acción. La forma de ser y actuar del piloto militar es, en cierta forma, una filosofía y estilo de vida. Se vive para emprender cada día una carrera de despegue en pos de alcanzar retos cada vez más altos, para remontar el vuelo ante las adversidades, para mantener el rumbo en la dirección de nuestros objetivos, para alargar el planeo hasta el límite de las fuerzas en el cumplimiento del deber. La grandeza no consiste en hacer todo aquello que se quiere, sino en querer todo aquello que se debe (Cristina de Suecia). Posiblemente, y desde muy temprana edad, el piloto se haya sentido atraído por la magia de volar y hasta alguna vez haya soñado mientras observaba el paso de aviones en la lejanía del cielo. Un piloto militar me contaba que desde muy pequeño, muchas noches, bajo la delgada luz de la luna, se quedaba contemplando el cielo mientras observaba el paso de fugaces estrellas y sentía, sin saber porque, el deseo de volar. Más que nada en el mundo, Juan Salvador Gaviota amaba volar (Richard Bach). La pasión es creer en los sueños, es agotar todo el esfuerzo en el empeño de alcanzar ilusiones y deseos, a veces es un sentimiento sin razón pero también es la razón de los sentimientos más sublimes de nuestro corazón. La pasión de un líder es la mejor forma de tener éxito. Para construir un barco, lo primero no es hacer un plano, ni encontrar madera, ni buscar herramientas, sino evocar en los hombres el anhelo de la mar libre y ancha (Antoine de Saint-Exupéry). Además de habilidades (aptitudes) el piloto debe estar impregnado de la pasión por volar, entusiasmo, compromiso y orgullo por lo que hace (actitud). Siente que el cumplimiento de cada misión, más que un trabajo, es una oportunidad de enriquecimiento profesional. En el líder no basta el talento, ni las condiciones personales, hace falta una motivación tan cargada emocionalmente que rebase las premisas de lo razonable (Vallejo-Nájera). Y en su trabajo, el piloto, es consciente de que no puede controlar todo y que necesita la ayuda del resto de la tripulación y del equipo de apoyo. En un equipo no se debe buscar ser importante, lo importante es hacer bien nuestro trabajo, se debe ser útil y cada uno adquiere su relevancia dependiendo de cada momento en el desarrollo de la misión. Sabe Sancho que no hay un hombre que sea más que otro, sino que hace más que otro. (Miguel de Cervantes–Don Quijote de la Mancha-). El éxito de un piloto militar depende en REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Octubre 2016 831
REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA OCT 2016
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