Bibliografía PANORAMA GEOPOLITICO DE LOS CONFLICTOS 2015. Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional e Instituto Español de Estudios Estratégicos Volumen de 432 páginas de 17x24 cm. Edita el Ministerio de Defensa, Secretaría General Técnica. Catálogo General de Publicaciones Oficiales. Noviembre de 2015. http://www.publicacionesoficiales. boe.es Gran parte de los conflictos actuales tienen como protagonistas a organizaciones terroristas. Los dos más importantes son los de Siria e Irak, pero también lo son los de Afganistán, Libia, Sahel o Nigeria, entre otros. Por ello, en la introducción del libro se analizan las estrategias terroristas yihadistas con el fin de buscar soluciones para la pacificación de esos conflictos. En este trabajo se incluyen los siguientes: 1º) Conflicto del Sahara. Tras 40 años no hay ninguna solución a la vista. Variados intereses mantienen el conflicto en un permanente estado de indefinición. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha gestionado el mandato de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sahara Occidental (MINURSO). Han surgido nuevos factores (las "primaveras árabes", el incremento de la seguridad en la zona, la situación interna de Argelia, la explotación de los recursos naturales...) que apuntan hacia la necesidad del fin del estancamiento del conflicto. 2º) La pugna por el espacio postsoviético. Después de la caída de la URSS, grandes grupos de rusos étnicos quedaron fuera de la Federación Rusa, constituyendo minorías en las nuevas naciones, en lo que se llamó espacio postsoviético, zona de importancia geopolítica a escala regional y mundial, aunque con diferencias en sus distintos "tramos": Báltico, Europa del Este, Cáucaso y Asia Central.. La potencial instrumentalización de estas minorías para alcanzar objetivos políticos en este espacio constituye un elemento a considerar. 3º) El Ártico. Es una región geopolítica extrema, por su clima y condiciones medioambientales, pero en la que confluyen los tres grandes dominios estratégicos: el marítimo dependiente del comercio en los océanos Atlántico y Pacífico; el continental euroasiático, con Rusia como tierra corazón: y la simbiosis continental-marítima del Extremo Oriente. El Océano Glacial Ártico parece abocado a dejar de ser la última frontera para la voracidad humana. En esta zona confluyen los intereses de China, la Unión Europea y los Estados Unidos, aunque Rusia reclama su soberanía y hegemonía. 4º) Egipto. Los Hermanos Musulmanes han mantenido conflictos permanentes con el Estado, con la violencia como estrategia esencial. La complicación del panorama actual donde a los factores tradicionales y el terrorismo se suman otros, particularmente en la provincia del Sinaí, donde grupos terroristas declararon su lealtad al Estado Islámico, convirtiéndose en punto de partida para la insurgencia islamista. La desarticulación del movimiento islámico violento está lejos de alcanzarse. Una desestabilización de Egipto sería un salto cualitativo en la peligrosa inestabilidad en el Mediterráneo. 5º) Arabia Saudita. Arabia Saudita es una potencia regional con intereses que confluyen o se contraponen con los de países como Irán, Turquía, Egipto e Israel. El Reino se ha sustentado en pilares internos y externos. Entre los primeros destaca la relación entre el poder político y el religioso, representado por los wahabitas, reforzada por estar en su suelo los santos lugares del Islam (La Meca y Medina). La producción de crudo y sus grandes reservas, le han permitido desarrollar una política económica rentista con el pueblo y mantener una estable paz social. Loa acuerdos con los Estados Unidos le suponen seguridad. Sin embargo, estos pilares se pueden ver socavados por desafíos como: los equilibrios dentro de las distintas ramas de la casa reinante; la presión de las corrientes reformadoras e islamistas afines a la Hermandad Musulmana o la comunidad chiita o la amenaza latente de Irán. El conflicto de Yemen está siendo aprovechado por Irán para tratar de desestabilizar a Arabia Saudita. Debe combinar conservadurismo con modernidad para que los pilares de la nación sigan siendo sólidos. 6º) Yemen. Es un país en crisis desde su creación en 1990 que sufre una guerra en una combinación de conflicto regional, violencia sectaria, colapso del Estado, primacía de las milicias y actividad de grupos terroristas. Así, es probable que nadie gane militarmente, por lo que la única forma de pararla pasa por una solución política, basada en la integración y participación en el poder de suníes y chiíes. Se trataría de impedir que grupos terroristas como Al Qaeda o el Estado Islámico, aprovechen el actual caos, para extender su actividad por el país. 7º) Irán. El reciente acuerdo nuclear augura el retorno de Irán a la comunidad internacional, lo cual probablemente traerá consigo un cambio en las relaciones existentes en Oriente Medio, teniendo en cuenta la implicación de Irán en muchos de los actuales conflictos en la zona, pero también acabará por traer cambios internos en un país milenario, con una sociedad civil vertebrada, con unos cimientos sólidos y un pueblo educado y que está preparado para las reformas estructurales que el país necesita. 8º) Sudán del Sur. Cuatro años de independencia (2011), tres décadas de enfrentamiento bélico contra el gobierno de Sudán, veinte meses de guerra fratricida y que esconde una lucha intestina por el poder y los recursos, y numerosos acuerdos fallidos de paz. Este es el balance provisional del país, cuya única esperanza es que la presión internacional, tras el acuerdo firmado en 2015, consiga dar una nueva oportunidad para construir un proyecto nacional. La cuestión más controvertida es saber si los dirigentes que instigaron este conflicto serán capaces de restituir la paz. 9º) Nigeria. El conflicto armado entre el gobierno y el grupo terrorista Boko Haram se ha convertido en el cáncer del país más rico, pero con mayores desigualdades de África. El éxito del grupo terrorista va de la mano de la mala administración y la corrupción generalizada, provocadora de la marginación y el hambre de la población. A menos que se extirpe este tumor, seguirá siendo una amenaza para la frágil democracia nigeriana y corre el riesgo de que se extiendan por la región una nueva guerra internacional asimétrica o una suerte de "boko harams" locales. 10º) Pakistán. El presente del país está y estará marcado por fuertes tensiones. La política de Pakistán está determinada por su obsesión por la seguridad nacional y por la insuficiente definición de su identidad. El Plan de Acción Contra el Terrorismo (de 2014) refleja la voluntad de la nación de poner fin a la grave amenaza terrorista. El resultado es un cambio de estrategia para la estabilización del país, impulsando la acción directa contra todos los grupos armados. El cambio es muy importante, permitiendo mejorar las relaciones con Afganistán y la India. El ritmo de la inversiones de China en Pakistán será una medida de la mejora de los niveles de seguridad y estabilidad para el país y la región. 11º) China-India-Nepal-Bután-Tíbet. Esta heterogénea región ha sido tradicionalmente una zona de conflictos fronterizos. Su condición geopolítica le otorga el valor de intersección para diversos conjuntos sociales y religiosos. A ello se suma su consideración de fuente de recursos naturales para los gigantes asiáticos, China e India, y donde se alojan los pequeños Estados de Nepal y Bután. El agua y la energía son el centro del interés político y económico. De persistir el crecimiento demográfico y la falta de medidas para frenar el cambio climático, en 2025 no solo China e India sufrirán carencias de agua, sino que arrastrarán a los débiles países vecinos. 12º) El Estrecho de Malaca. Este estrecho forma parte de la principal ruta comercial desde Europa y Oriente Medio hacia Asia y viceversa, por lo que es uno de los puntos estratégicos más importantes, que se ve amenazado por la piratería o una acción terrorista. Un bloqueo en la zona acarrearía la paralización de la actividad comercial mundial y especialmente a la seguridad energética de China y Japón. El control del estrecho siempre ha sido un asunto que han querido gestionar los Estados litorales, Malasia, Indonesia y Singapur. 912 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Octubre 2016
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