sión a los trabajadores de la factoría de tres días de jornal a los obreros y siete a los empleados, así como donar 10.000 pta. al Colegio de Huérfanos de Aviación. Comienza la reconstrucción La primera reunión del Consejo de CASA tras el final de la Guerra Civil tuvo lugar el 26 de mayo de 1939. El lugar fue una nueva sede social situada en un local alquilado en la calle de Covarrubias, 4, de Madrid. Los consejeros supieron entonces la magnitud de la actividad que había desplegado Ortiz-Echagüe en Cataluña para la identificación y recupe-ración 102 de las propiedades de CASA dispersas en la zona. Revista de Aeronáutica resumiría en 1943, sin duda trans-cribiendo declaraciones del propio Ortiz-Echagüe, la odisea que había supuesto: «Al iniciarse la liberación de Cataluña, a fines del año 38, y previa una información minuciosa sobre los centros donde radicaban todas las instalaciones de CASA, y procediendo de acuerdo con la Jefatura del Aire, se organizó un servicio de camiones para la re-cogida de todos los elementos diseminados, desde el Llobregat hasta la frontera, en más de cuarenta locales diferentes, unos en plan de evacuación, otros después de haber sido saqueados, algunos incluso volados, de donde hubieron de sacarse las máquinas entre los escombros, y otros apenas iniciada la evacuación, a la que no hubo lugar por la rapidez del avance de las tropas nacionales»49. Ortiz-Echagüe sintetizó en aquella primera reunión el re-sultado obtenido explicando que se había recuperado: «... la mayor parte de la maquinaria, gran parte del mobiliario, todos los libros y documentos de la contabilidad oficial, materiales de almacenes en cantidades de alguna importancia, a cuya valoración comparativa con lo existente con anterioridad al 18 de julio de 1936 se está procediendo». Todos esos enseres habían sido: «... cargados en 120 vagones y trasladados en tres trenes a nuestra fábrica de Getafe, donde se encuentran desde el 26 de abril pasado, habiéndose ya procedido a su descarga y ordenación dentro de los locales disponibles». La Jefatura del Aire, no obstante, había requisado algunas propiedades de CASA, pues tal y como explicaba el acta de esa primera reunión: «La obra en curso, valorada en 2.153.702,57 pta. el 18 de julio de 1936 no ha sido recuperada, pues la que se ha encontrado en la organización CASA ha debido ser íntegramente entregada a la Jefatura del Aire. El utillaje en existencia en Construcciones Aeronáuticas tampoco ha sido recuperado, por haberse hecho car-go la Jefatura del Aire de todo lo existente, tanto anti-guo, como fabricado durante la dominación roja». La tarea más urgente era en aquel momento recuperar la actividad de la factoría de Getafe, que pasaba por recons-truirla y poner en marcha el programa de ampliaciones de febrero de 1936. Desaparecidos del escenario el B-10 y el Osprey, aún se consideraba necesario implementarlo entera-mente con la mirada puesta en los futuros contratos del que luego sería Ministerio del Aire. Así, en ese mismo mes de mayo de 1939, se habían ini-ciado las obras pertinentes para incrementar la superficie cubierta de la factoría de Getafe –que incluiría la compra de unos terrenos contiguos a Agustina Biruete–. Pero también había que ampliar la factoría de Cádiz y continuar la obra de la factoría de Sevilla. Era pues indispensable poner en circulación las 14.000 acciones restantes de la ampliación de capital aprobada en junio de 1938, lo que se hizo efec-tivo en la reunión del Consejo del 12 de febrero de 1940. Un mes y medio más tarde seis bancos se habían erigido como principales suscriptores de la emisión que ya estaba cubierta, a saber, el Banco de Bilbao (4.540 acciones); el Banco de Vizcaya (2.000 acciones); el Banco de Santander Bendición e inauguración oficial de la factoría de Sevilla en diciembre de 1942
AEROPLANO 35
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