ceín y Cervera y un mecánico Vicente de Hoyos). Al cabo de un año la Bristow, renun-ció a seguir prestando dichos servicios al no cumplir las expectativas de ne-gocio 152 que habían previsto. En ese mo-mento, Maceín propuso a su empresa continuar con este servicio, aunque de forma más modesta. Para ello se alquiló un helicóptero Alouette II y comenzaron las misiones. Pronto hubo que adquirir un helicóptero de mayor performance para dar un servicio más eficiente. Así se comenzó a trabajar con un Alouette III 319 B con capacidad de siete plazas y con grúa. Las empresas petroleras demandaban un aparato biturbina, por lo que Helicsa finalmente tuvo que adquirir un helicóp-tero de esas características. El nuevo aparato era un Sikorsky S58T biturbi-na que cumplía los requisitos exigidos por las petroleras. Para poder cumplir con los servicios a barcos en ruta con-tratados se construyó una helisuperfi-cie (helipuerto) en el Puerto de la Luz en Gran Canaria. Se nombró director de la misma a Ignacio Maceín. Durante 10 años (1970-80) permaneció como jefe del Servicio de Ayuda a Barcos de He-licsa. Su experiencia en estas misiones y su particular forma de actuar la pode-mos encontrar en sus propias palabras: «En los años en que trabajé en Canarias realicé servicios a barcos mensualmente y en especial a petroleros. Normalmente no necesitábamos que éstos redujeran velocidad ni cambiaran el curso de su navegación, por lo que nuestra opera-ción resultaba muy rentable a los bar-cos en tránsito. Alguna vez volamos a algún petrolero anclado fuera del puerto que esperaba instrucciones de sus ar-madores para saber cuál sería su próxi- Maceín con el Sikorsky S58 T en un petrolero Aproximación al petrolero ESSO DEMETIA CON EL SIKORSKY S-58 T
AEROPLANO 35
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