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107 el asunto le implicara directamente, nunca dejó de consultar con Italia (a sabiendas de que Franco a veces le ocultara o diera una versión diferente del hecho de acuerdo a sus inte-reses) a fin de no generar una posible crisis en el seno de los aliados (recordemos que Mussolini se inhibió ante el Ans-chluss y respaldó a Hitler en Munich). Pero ¿qué pasaba por la cabeza de los socios italianos? El rumor de una más que probable repatriación de las fuerzas alemanas no debió sentar muy bien en Italia. La pre-ocupación era patente, sobre todo porque Franco ya había dejado caer su intención de prescindir del CTV41. Así pues, Mussolini, alertado por las noticias, debió pedir informes a sus embajadores, siendo el más interesante el que llegó el 16 de mayo42, redactado por el propio ministro de Asuntos Exteriores italiano: «Retiro de la Legión Cóndor de España El encargado de Exteriores en Berlín, en fecha 14 de los corrientes, refiere cuanto sigue: “El general Bodenschatz, jefe de la Oficina Militar del mariscal Göring, me comunica cuanto sigue: 1).- La legión Cóndor no ha recibido ninguna orden de Berlín de repatriación de todo el personal. 2).- El general Volkmann no ha ido a Alemania para tratar tal cuestión. Él está todavía en España. El origen de los rumores de una repatriación inme-diata de la Cóndor es debido a la circunstancia de que efectivamente, tres semanas atrás, cuando la solución de la guerra española parecía inminente, se impartieron las primeras disposiciones en previsión del estudio de la repatriación. Ahora, dado que la guerra continúa y continuará, presumiblemente por algún tiempo, la Cóndor no se moverá y permanece-rá en España a disposición de Franco. Estas noticias me son nuevamente confirmadas por el embajador de España, Marqués de Magaz, el cual estaba al corriente de estas disposiciones “preventivas” para una eventual repatriación de la Cóndor, emanadas hace tres semanas desde Ber-lín. Y esta mañana también Von Ribbentrop me ha confirmado que los voluntarios alemanes permane-cerán en España hasta una solución favorable de la guerra». De estas noticias, recibidas cuando la «patata caliente» de la repatriación se pasaba de un lado a otro en Berlín y aún no habían recibido la crucial opinión de Volkmann emitida el 11 de junio (LC inefectiva, o se repatría o se reequipa) se de-duce que a Franco no le interesaba que Mussolini conociese los verdaderos planes. Y la «sombra» de la salida de España del personal alemán, continuaba en el ambiente. En este sentido, contamos de nuevo con el testimonio del infante Alfonso de Orleans, que en una nueva carta fechada en Zaragoza el 13 de julio de 1938, le refiere al Jefe del Aire una reunión que acaba de tener con los mandos alemanes (el general Volkmann y el coronel Plocher). En esta carta43, S.A.R. refiere a Kindelán la existencia de una carta de fecha 11 de julio de 1938 que le entregó el general Fith (en realidad, es Veith, nombre de gue-rra de Volkmann en España) en el que se le proponía el modo de entrega del material de la Cóndor a personal español, y que quedaría como sigue: «a) Baterías A.A. 8,8 mm. El general desea que el personal (anexo n.º 144) llegue completo por batería, con el material citado en II. (Coche, camiones, cocina, tiendas, etc.) Son cinco las baterías. Se presentará pues el personal en cinco etapas. El oficial español más caracterizado de cada batería tendría el mando administrativo y para cuestiones de disciplina y permisos de todo el personal español agrega-do a la batería. Tácticamente estará el personal español a las órdenes de los alemanes durante el período de instrucción. Cuanto antes llegue Alarma en Roma. Comunicado alemán sobre la posible retirada de la Legión Cóndor El marqués Antonio Magaz, embajador español en Berlín


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