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Dos vistas de la maqueta a escala reducida del HA-300 canard. Fotografías fechadas el 6 de octubre de 1956. -AHEA- 117 nes en aeronaves nacionales solo podían ser ahora justifica-das acudiendo a su valor para el desarrollo de una tecnología propia. Sin duda fue este uno de los argumentos esgrimidos por HASA –y quizá por el propio Messerschmitt en perso-na– ante el Ministerio del Aire. Con la industria de Alemania Occidental en curso de reactivación, la posibilidad de vender aviones a la nueva Luftwaffe y tal vez a la OTAN, constituían otro hipotético razonamiento. Como cabía esperar a la vista de todo ello, la JEC dedicó más tiempo del habitual en su aludida reunión del 20 de ma-yo de 1955 al estudio del expediente 232/55. Los miembros de la junta que presidió en esa oportunidad el coronel Anto-nio Rodríguez Carmona eran plenamente conscientes de lo singular del caso y de sus repercusiones, por lo que el acta dejó cumplida constancia de ello, citando que el expediente financiaría el desarrollo de un avión pendiente de diseño: «… Por estar justificado que la fabricación de este prototipo la debe realizar La Hispano Aviación, S.A., ya que, por orden de la Superioridad, le fueron confiados los planos originales, quedando obligada a presentar el proyecto de avión, documentación técnica referente al proyecto y realización del prototipo…». La cumplimentación del expediente se llevaría a efecto mediante el sistema de administración, que como es sabido implicaba un estrecho seguimiento a base de una inspección técnica y administrativa en la industria. La JEC lo justificaba por las siguientes razones: «a).- Las dificultades generales propias de toda fabricación del prototipo de fijar el precio anticipa-damente, dada la complejidad de trabajo que com-prende: memoria, cálculos, planos, realización, ensayos previos, etc. En el desarrollo de los mismos pueden surgir nuevos detalles, avances técnicos, ma-yores pruebas o documentos, etc., de los que en un principio se estiman oportunos. b).- Las dificultades especiales de este caso en el que por primera vez en España se intenta conseguir un prototipo de avión monoreactor ligero de intercepción. Se carece de experiencia, así como de datos estadísti-cos nacionales y aún extranjeros en que apoyar funda-damente un precio fijo. c).- El espíritu de la contratación de prototipos no se haga a precio alzado es recogido de la propia le-gislación española, decreto de 18 de enero de 195210, en cuyo artículo 6.º, apartados d) y e) se prevé la po-sibilidad de que no se pueda llevar a cabo la obra encargada, y se establecen las normas para hacer las liquidaciones correspondientes». Con esas premisas la JEC aprobó el expediente 232/55 en aquella reunión, pero su elevado valor auguraba dificultades para la asignación del presupuesto necesario. Siguiendo el procedimiento habitual se debía expedir un certificado de existencia de crédito, redactado el cual la Intervención debía dar la luz verde y el ministro del Aire su autorización para que el contrato se estableciera por concierto directo. Como cabía esperar, habida cuenta de que la aprobación del expediente se había producido a mediados del ejercicio 1955, el certifi-cado de existencia de crédito no se pudo emitir al no existir fondos en 1955 para su financiación. En consecuencia, al final de ese año el expediente 232/55 fue devuelto a la JTC: «para su estudio y nueva puesta en vigor si procede». El HA-300 debería esperar poco más de catorce meses para retornar al escenario. La JTC no volvió a examinarlo hasta su reunión del 24 de julio de 1956, y en ella aprobó su actualización bajo un nuevo expediente, el 251/56, que no implicaba modificación alguna excepto en lo referente a su identificación. Pasó pues a la JEC que procedió a su estudio en su reunión del 30 de julio siguiente11. Como mantenía el mismo valor asignado a su predecesor, la JEC se limitó a ratificarse en lo escrito en el acta del 20 de mayo de 1955, y a establecer un calendario de anualidades para facilitar la asignación de créditos, tal y como sigue: Año 1956 4.950.000,00 pta. Año 1957 36.038.000,00 pta. Año 1958 20.700.000,00 pta. Total 61.688.000,00 pta. El contrato definitivo: expediente 251 La firma del proyecto de contrato del «avión monorreactor li-gero » entre el Ministerio del Aire y HASA bajo el expediente 251/56 tuvo lugar el 15 de septiembre de 1956. Conviene indi-car que por alguna razón desconocida la denominación XC.6 raramente se empleó, alternándose en la documentación ofi-cial las designaciones HA-300 o HA-300-T1, a diferencia del caso de los prototipos Triana y Saeta habitualmente identifica-dos como XE.12 y XE.14 respectivamente. Pocos días después de aquella firma, a principios de oc-tubre, se tomaron fotografías a una maqueta a escala redu-cida de una configuración de tipo canard definida por Rafael Rubio Elola. Son el único vestigio que se conserva de una interesante propuesta cuyo motivo y objeto nunca fueron aclarados, aunque al parecer generó una cierta conmoción en Múnich. El 26 de octubre la Intervención General de la Administra-ción del Estado emitió su informe favorable sobre el proyecto


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