Page 28

RED_361

categóricamente que las islas descubiertas por sus compatriotas pertenecen a una cuarta parte del mundo. La idea de un Asia al alcance de la mano resistió bien porque la convicción de haber llegado a terreno «conocido» alentaba a marineros e inversionistas, frente al temor del salto al vacío que significaba el escenario de Santaella. PROYECTOS DE ESPAÑA Y PORTUGAL Cuando el emperador Carlos I sueña con las Molucas y los castellanos de Cuba se interesan por la tierra firme mexicana, los portugueses de Malaca tienen la mirada clavada en China. Entre los colonizadores de Cuba y los de Malaca, los paralelismos son numerosos y comienzan en 1517. Por ejemplo, ambos grupos utilizan bases avanzadas como las citadas Cuba y Malaca, y se enfrentan a civilizaciones desconocidas. ¿Por qué conectar los dos episodios? Desde una perspectiva global, la conquista de México puede ser entendida como otro paso hacia la exploración del mar del Sur y sus riquísimas riberas, y un camino, más corto y seguro, hacia la Especiería, «esos suburbios de la China», según las crónicas de la época. Escrutadas de más cerca, las empresas portuguesa y castellana tienen mucho en común, y arrojan una luz preciosa sobre las circunstancias en las que los mundos se conectan y los contactos se multiplican en los albores de los tiempos modernos. Además, varios episodios parecen repetirse: el establecimiento de los lusos en Tunmen, cerca de Cantón, y el de los castellanos Barco floral chino, incensario-león guardián (China), mantón de Manila y abanico, porcelana de la rescatada en Veracruz, sus encuentros con los emperadores Zhengde y Moctezuma, la ambivalencia de expediciones que se presentan como embajadas pero nutren proyectos de conquista... Conviene subrayar que el fracaso portugués en China, a pesar de su programa detallado de colonización, resulta ser absolutamente contemporáneo del éxito castellano en México y de la empresa de Magallanes apoyada por Carlos I. Las islas de las especias y China fueron objetivos proclamados y codiciados de las empresas ibéricas durante largo tiempo. Sin embargo, desde el siglo XVI, el descubrimiento y la conquista del Nuevo Mundo han acaparado la memoria colectiva de tal forma que han caído en el olvido dos cuestiones. La primera, esa meta inicial puesta en Oriente y, la segunda, la resistencia de China, que contuvo las ambiciones portuguesas y obligó a la corona castellana a contentarse con Filipinas. Victoria o fiasco, las tres empresas ibéricas tuvieron en su mira regiones del mundo destinadas a ocupar un espacio gigantesco en el horizonte de los europeos; nos dejaron los primeros retratos de China, México y el Pacífico, y un nuevo escenario que va a marcar una etapa crucial en el surgimiento de una conciencia planetaria en los europeos. La gestación del occidente euro-americano es indisociable del movimiento hacia el oeste que iniciaron las expediciones de Cristóbal Colón y que confirmó la primera vuelta al mundo de Magallanes-Elcano, invirtiendo una tendencia milenaria. Desde la antigüedad se sabía que la Tierra era redonda. Aristóteles ya había recordado que, al menos teóricamente, era posible llegar a la lejana India por la ruta del oeste. Pero la Europa medieval mantuvo su mirada puesta en el este: el paraíso, Tierra Santa, Jerusalén, los relatos de los antiguos, el recuerdo de las cruzadas, las invasiones mongolas, las amenazas del Islam mameluco y otomano, las riquezas de la India... y tantas otras cosas. Todas conspiraban para hacer del Oriente objeto de esperanzas, codicias u odios, cuando se trataba de enfrentarse al Islam. LA CONQUISTA DEL OESTE A partir de las empresas de Cristóbal Colón y Fernando de Magallanes, la proa se pone en lo sucesivo hacia el oeste. Además, desde el año 1517, los castellanos se dan cuenta de que en Tierra Firme en el continente americano existen sociedades cuyos modos de vida parecen semejantes a los de la vieja Europa. Con el descubrimiento del Perú y el Imperio Inca se afirma definitivamente la convicción de que existe otro mundo, olvidado por la Biblia y los antiguos. Hasta en lugares tan lejanos como Estambul, los contemporáneos son sensibles al carácter inaudito de ese 28 Revista Española de Defensa Mayo 2019


RED_361
To see the actual publication please follow the link above