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ocasiones su trayectoria, lo que le conferiría un medio de protección ante intentos de derribarlo, si bien la propia velocidad del sistema haría muy difícil, por no decir imposible, el que fuera detectado y seguido con la suficiente precisión como para proporcionar un blanco fiable a cualquier sistema de armas actual. La propia energía cinética del sistema operaria como la cabeza de guerra, reduciendo la huella de daños o footprint y ampliando de manera notable sus probabilidades de ser empleado al reducir drásticamente los daños colaterales asociados a su impacto. TIEMPO DE ROBOTS Los robots, desde que fueran imaginados por el dramaturgo checo Karel Capek en su obra R.U.R. (Robots Universales Rossum), han sido contemplados como un sistema de apoyo y servicio a los humanos que realizaban determinadas labores, cuando no directamente los sustituían. Así ha sido tanto en la literatura científica que narraba su advenimiento como en la de ciencia ficción o en las películas de Hollywood. Ejemplos los tenemos a cientos: desde Robbie el robot de ese clásico de la ciencia ficción llamado Planeta Prohibido hasta los entrañables R2-D2 y C3PO de La Guerra de las Galaxias o su sucesor en la nueva trilogía, BB8. El caso es que, desde hace décadas, los humanos hemos estado temiendo y deseando a la vez que los robots ocupen su puesto en nuestra vida cotidiana como nuestros ayudantes. Pues bien. Ese tiempo ya ha llegado. Si bien se encuentra aún en su más tierna infancia y dando sus primeros pasos, la tecnología robótica no hace sino incrementar el número y prestaciones de cada nueva generación, de cada nuevo prototipo. El Ejército del Aire no puede ni debe quedarse al margen del advenimiento de los robots en las operaciones militares. Es más, dadas las peculiaridades operacionales del poder aéreo y nuestra forma de operar tan característica, la ayuda de robots, sobre todo en determinadas parcelas, se puede considerar como un corolario necesario y evidente. ¿Cuáles podrían ser estas parcelas? Por enumerar solo algunas, armado de aviones, repostado, mantenimiento y abastecimiento. Lógicamente, las labores logísticas –en principio, mas repetitivas, menos demandantes desde un punto de vista intelectual y con una menor variación entre una tarea realizada un día y esa misma tarea realizada al día siguiente– son REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Octubre 2019 755


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