El subsecretario destacó la importancia del deporte para la difusión de la cultura de defensa Reservista de Honor. «Es algo increí-ble, como lo fue entregar la bandera de combate hace dos años al buque Casti-lla, además, en la bahía de Santander, en mi tierra». Esta medallista de oro en salto de altura en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016, bronce en Londres 2012 y que ha ganado nueve medallas en diferentes campeonatos del mundo y europeos se retiró recientemente de la competición, con 38 años, «la edad perfecta para no echarla de menos. Las próximas olimpiadas —aseguró Bei-tia— las veré desde mi casa o desde las gradas del estadio. Ahora, a disfrutar con los logros de los demás». Otro atleta, ganador de los 1.500 en Barcelona 92, carrera aún viva en la re-tina de muchos españoles, también recibió esta dis-tinción. Fermín Cacho fue plata cuatro años más tar-de, en Atlanta 96, ha con-seguido seis medallas en campeonatos mundiales y europeos y está en pose-sión de la Legión France-sa del deporte. «Mi relación con las Fuerzas Armadas se limi-ta a mi Servicio Militar y, eso sí, estoy al tanto de sus misiones fuera de España a través de la televisión —manifestó—. Me sorprendió mu-cho La banda de música del Mando Aéreo General del Ejército del Aire interpretó durante la ceremonia las piezas Olimpic Spirit, de John cuando me comunicaron que me nombraban Reservista de Honor, pero cuando me dijeron que iba a estar con cuatro grandísimos deportistas… me enorgulleció, me pareció fantástico. Es un reconocimiento a toda una carrera». Para quitarse el gusanillo de la alta competición, Fermín Cacho continúa participando en algunas carreras. El siguiente fin de semana a la gala, de he-cho, iba a correr los 10 km de Valencia. Para el piragüista David Cal «este es uno de los premios más importantes» de su vida. Lo dice tras haber ganado casi todo: una medalla de oro y otra de que, a base de mucho esfuerzo y dedi-cación, han conseguido grandes logros deportivos representando a España y al Ministerio de Defensa en competi-ciones tanto civiles como militares. Del Ejército de Tierra, fueron pre-miados el Grupo Militar de Alta Mon-taña que ha realizado expediciones por todo el mundo y los soldados Diego Romero —piragüista— y Carlos Aré-valo, este último, clasificado para los próximos Juegos Olímpicos de Tokio en piragüismo. De la Armada, la Dele-gación de Vela y el equipo de pentatlón naval, bronce en los últimos Juegos Mundiales Militares. Por parte del Ejército del Aire, fueron recono-cidos el equipo nacional de paracaidismo, que a lo largo de su historia ha acumulado 190.000 lan-zamientos y ha logrado situarse entre los diez mejores del mundo, y el equipo de pentatlón aero-náutico, que consiguió el Trofeo al Fairplay en Wu-han, que llevaron a la gala. Un premio que otorgan los propios atletas de todas las selecciones participantes. También recibieron su reconocimiento los guar-dias civiles Luis Alberto Hernández, triple cam-peón del mundo absoluto de carreras de montaña y campeón del mundo militar de esquí de montaña, y Diego Ruiz Asín, 14 veces campeón absoluto de España en esquí de fondo y diatlón y 15 veces campeón militar. La ceremonia finalizó como empe-zó, con grandes aplausos a todos esos deportistas, civiles y militares, que con muchas horas de esfuerzo, muchas re-nuncias y mucha dedicación han con-seguido llevar a lo más alto el nombre de nuestro país. El Ministerio de De-fensa así se lo reconoció en la I Gala del Deporte Militar. Elena Tarilonte Fotos: Pepe Díaz plata en los Juegos Olímpicos de Ate-nas 2004, doble plata en Pekín 2008, plata en Londres 2012, cinco medallas en campeonatos del mundo y cinco en europeos. En su opinión, apoyar el deporte dentro del mundo militar es fundamental. «Porque a través del de-porte se consiguen muchos valores que se están perdiendo», señaló. David Cal colabora habitualmente en las compe-ticiones deportivas que se organizan en la base aérea de Alcantarilla —él vive en Murcia— y en Cartagena y, el pa-sado año, juró Bandera. «Lo que más me ha gustado de esta distinción es el Williams, y Malagueña. trofeo, la Bandera en una caja, es de los más bonitos que he recibido». El patinador Javier Fernández no pudo asistir a la Gala del Deporte Mili-tar. Fue su padre, el subteniente Anto-nio Fernández, quien, muy orgulloso, recogió el galardón que reconocía los logros del mejor patinador artíscico es-pañol de todos los tiempos: bronce en los Juegos Olímpicos de invierno de PyeongChang, dos veces campeón del mundo y siete de Europa. MILITARES DEPORTISTAS La I Gala del Deporte Militar también reconoció los méritos de los militares Diciembre 2019 Revista Española de Defensa 45
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