cultura Cedida por J. Tuells (Cátedra Balmis) Busto de Balmis, situado en la plaza que lleva su nombre en Alicante, su ciudad natal. Desembarco de Argel, de M. Izquierdo y Viva, primera acción militar en la que participó, y partida desde La Coruña de la expedición de la vacuna, empresa que le hizo inmortal. cultura Francisco Xavier Balmis, MÉDICO Y MILITAR Este año se celebra el bicentenario de la muerte del hombre que lideró la primera misión humanitaria de la Historia A mediados del XVIII, la corona española aún ocu-paba inmensos territorios en los cuatro continentes conocidos y gobernaba sobre unos 25 millones de almas. Con el reinado de los Borbones, España había regresado a un puesto de primera fila en la política internacional, al tiempo que la Ilustración se abría camino en una so-ciedad impregnada de un sentido de la religiosidad contrario a las ideas por en-tonces de moda en las cortes europeas. En ese contexto, la institución mili-tar fue uno de los principales motores del progreso hispano, semillero de inno-vación donde multitud de intelectuales contribuyeron con su experiencia y de-dicación al desarrollo cultural del país. EXPEDICIÓN SIN PAR Al científico Francisco Xavier Balmis, médico militar, le cupo el honor de di-rigir una de las gestas filantrópicas más asombrosas de todos los tiempos, una empresa quijotesca en vísperas de la Colección Carlos González Guitián Museo del Ejército invasión napoleónica y de la quiebra del mundo hispánico. Miembro de una familia ligada a la práctica de la medicina, el futuro doc-tor nació en Alicante, en 1753, el mis-mo año en que su padre consiguió el título de cirujano. Siguiendo la estela de su progenitor, el joven Francisco Xavier aprobó con 17 años el examen de acceso a una pla-za de practicante en el Hospital Mili-tar de su ciudad natal, estudiando a las órdenes del cirujano Ramón Gilabert. 62 Revista Española de Defensa Diciembre 2019
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