revista de aeronáutica y astronáutica / enero-febrero 2020 dossier 65 La transformación digital es un hecho en la sociedad, lo digital va impregnando poco a poco cada pequeña parcela de nuestra vida. Sin apenas ser conscientes de ello, sectores como la comunicación, las finanzas, la fabricación, el comercio o el entretenimiento son cada vez más digitales y están más conectados. La sociedad demanda servicios que requieren ubicuidad, sencillez, eficiencia, fiabilidad, seguridad y rapidez; ello requiere de tecnologías digitales que proporcionen accesibilidad, conectividad, automatización y resiliencia. Sin embargo, esta corriente digital aún no ha alcanzado plenamente a sectores clave de la Administración. La volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad car acterizarán los futuros escenarios de actuación de las Fuerzas Armadas, los cuales demandan disponer de personas, procesos y capacidades que sean fácil y rápidamente adaptables a las cambiantes circunstancias. Esa plasticidad para modelar cualquier aspecto de una organización es lo que denominamos agilidad estratégica, y alcanzarla debería constituir unos de nuestr os principales objetivos. La principal ventaja de la agilidad es que nos permite aceler ar cualquier ciclo de decisión. Al tratarse de una característica totalmente transversal, podemos aprovecharla en cualquier área funcional: personal, operaciones, logística, etc.; y a cualquier nivel: del táctico al estr atégico, de la sección o escuadrilla al ala o al cuar tel general. Cuando hablamos de transformación digital parece inevitable pensar en grandes inversiones en sistemas autónomos, robótica o inteligencia artificial. Sin embargo, los expertos coinciden en que la mayor parte del cambio necesario depende realmente de las personas, se trata de cambios culturales, de mentalidad y de actitud. Incluso se atreven a cuantificarlo: 80 % frente a 20 %. La tecnología ha de considerarse como un medio, un catalizador de esa transformación, pero nunca debe convertirse en un fin en sí misma. Modificar la cultura de una organización es quizá una de las tareas más complicadas, a no ser que la esencia mis - ma del cambio y de la innovación forme ya par te de dicha cultura. Uno de los objetivos de este dossier es llamar la a tención a todos los miembros del Ejército del Aire para que contribuyan a crear dentro de nuestra organización una corriente de cambio. El cambio comienza en uno mismo y para ello se necesita fomentar el diálogo de ide as: cuestionarse, desaprender, preguntar, sugerir, imaginar, crear e innovar; todo ello, en un ciclo continuo que nos haga siempr e más adaptables y eficientes. Este dossier consta de cuatro artículos. El primero describe, desde un punto de vista estratégico, la necesidad de la trasformación digital en el Ejército del Aire; el segundo es un ejercicio de imaginación que se atreve a describir cómo podría ser un destacamento aéreo en un futuro a medio/largo plazo; el tercero expone la iniciativa «Base Aérea Conectada Inteligente», como uno de los ejes principales de tr ansformación en el Ejército del Aire. Por último, el cuarto describe el estado de determinadas tecnologías aplicadas al sostenimiento aeroespacial y a las bases aéreas, así como proyectos tecnológicos en curso. Francisco Javier Fernández Sánchez Teniente general del Ejército del Aire El Ejército del Aire conect@do
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