dossier ción para firmar la orden de ejecución para la construcción de los cruceros Baleares y Canarias. Entró en servicio en 1934 con los ensayos del buque bacaladero Galerna y hasta 1979, el CEHIPAR perteneció a la Armada Española, de ahí que se le conociera como “La Naval”. A partir de ese año pasó a encuadrarse en el recién creado Ministerio de Defensa. Desde entonces, en sus canales de ensayo de comportamiento en oleaje, en el de aguas tranquilas y en el túnel de cavitación se han experimentado miles de modelos de hélices y de modelos a escala de buques, cumpliendo así su función como centro de referencia a nivel mundial en el estudio, diseño, experimentación e investigación de los aspectos hidrodinámicos de la construcción naval, tanto para uso militar como civil (transporte de mercancías, actividad pesquera y deportiva, etc.). En la actualidad, el CEHIPAR es el Campus del Pardo del INTA y sede de la Subdirección de Sistemas Navales. Por sus capacidades y nivel técnico de su personal se encuentra entre los diez mejores centros de este tipo y mantiene excelentes relaciones de colaboración con los canales más avanzados del mundo. Por último, el Laboratorio de Ingenieros del Ejército (LABINGE) que fue fundado por el general José Marvá y Mayer en 1897, bajo el nombre de Laboratorio de Material de Ingenieros. Se trataba, hasta su integración en el INTA, de un centro periférico del Órgano Central del Ministerio de Defensa, adscrito a la Dirección General de Infraestructura (DIGENIN). Entre sus funciones principales figura el apoyo técnico en el control de calidad de las construcciones y obras militares, el análisis de aspectos medioambientales, la realización de calibraciones de instrumentación mecánica, así como estudios y ensayos técnicos de materiales de construcción. Desde sus inicios la historia del INTA ha sido de constante evolución en contacto con el mundo científico y tecnológico internacional. Las nuevas capacidades surgidas de la integración en un único organismo de I+D+i del Ministerio de Defensa con la consideración de Organismo Público de Investigación (OPI) le posicionan en una situación inmejorable para el inicio de una nueva andadura. De la capacidad de adaptación de su personal a los nuevos retos que surgirán en el futuro, de la capacidad de gestionar de manera eficiente la dilatada experiencia y conocimientos que atesoran en tecnologías distintas pero complementarias y de la capacidad de mantener vivo el espíritu científico y la ilusión de sus fundadores, dependerá en gran medida la continuidad del INTA como referente mundial en su campo de actividad cuando alcance su primer siglo de vida. • Sede central del INTA en Torrejón. 378 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Mayo 2017
REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 863
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