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REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 863

nación por la de escuadrón paracaidista. Al año siguiente, 1954, debe grabarse con letras mayúsculas en los anales de la historia militar española, y en particular en la del Ejército del Aire y por extensión en la de la escuela de Alcantarilla. Apenas en poco más de un lustro de haber iniciado su andadura, la escuela sirvió de cuna para la formación de otras fuerzas militares paracaidistas. Nos estamos refiriendo al primer curso de paracaidismo a los alumnos de las Fuerzas Armadas portuguesas, que por esos años ponían en marcha tanto su escuela como sus unidades paracaidistas, y al Ejército de Tierra español que daba inicio a su andadura en el ámbito del paracaidismo militar de la mano de la Primera Bandera de Paracaidistas. Centrándonos en lo que a nuestro interés conviene, indicar que el 11 de enero del año 1954 dio inicio el primer curso para el Ejército de Tierra, y se prolongó hasta el 18 de marzo de ese mismo año, a penas tres meses después de haberse organizado la Primera Bandera. Un comandante, un capitán, siete tenientes, diecisiete sargentos y ciento setenta y un militares de tropa efectuaron su incorporación y realizaron tanto el reconocimiento médico como las pruebas físicas; causando baja en las pruebas, ese mismo día, un sargento. Al día siguiente continuaron el reconocimiento y las pruebas físicas, siendo dados de baja por insuficiencia en las segundas, dieciséis cabos y soldados, más otros seis por motivos médicos. Ese mismo día dieron inicio las clases. El día 23 de febrero con la presencia del capitán general de la Tercera Región Militar, gobernador militar de Murcia, así como varios generales y jefes del Ejército de Tierra, se efectuó el primer lanzamiento del curso. El 18 de marzo finalizó el curso y se realizó la entrega de títulos. El ministro del Aire presidió el acto, acompañado del general gobernador militar de Alicante y autoridades civiles invitadas al evento. El número uno de los títulos entregados a los nuevos paracaidistas del Ejército de Tierra correspondió al comandante Tomás Pallás Sierra. El comandante Pallas, fue el designado Curso 14º de paracaidismo militar con personal del Ejército de Tierra. Curso 22º de paracaidismo militar con personal de la fuerzas armadas portuguesas. como primer jefe de la Primera Bandera de Paracaidistas. El colofón a los actos fue la imposición al comandante Salas Larrazábal, director de la escuela, de la cruz del mérito militar, con distintivo blanco. Apenas un par de años después le siguieron la Segunda Bandera «Roger de Lauria» y, finalmente, en el año 1960 la Tercera Bandera que recibió el nombre de «Ortíz de Zárate». Fundada la Primera Bandera, estableció su acuartelamiento en un antiguo cuartel de caballería, sito en Alcalá de Henares, el denominado «cuartel de Lepanto», con dependencia administrativa del Regimiento Covadonga núm. 5, de guarnición en la misma ciudad universitaria. La elección de Alcalá como sede de la primera unidad paracaidista del Ejército de Tierra no fue casual dada la proximidad de la base aérea del mismo nombre, los paracaidistas de aviación estaban acantonados en dicho centro, para así poder embarcar para realizar los lanzamientos de instrucción. Andadura que por espacio de once años, y que a decir del propio jefe de la bandera del Ejército del Aire, comandante Gómez Muñoz, fueron no solo de «reconocimiento y respeto», sino también «de mutuo aprendizaje». • REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Mayo 2017 417


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