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Pero finalmente, el España fue transportado por ferrocarril hasta Guadalajara, donde ya se había empezado a levantar su hangar. Este hangar era un edificio de madera de 25 m de altura, otros 25 m de anchura y 106 m de largo, con altos ventanales. Las pruebas finales del España en Guadalajara Cuando la casa Astra finalizó las reparaciones del España, 22 el dirigible viajó desarmado en ferrocarril hasta el Parque de Aerostación, sito en Guadalajara, donde se procedió a montarlo dentro de la Estación de Dirigibles. Se infló para verificar el estado de la envuelta y, por fin, se procedió de nuevo a comenzar las pruebas finales de recepción. El día 5 de mayo de 1910 se efectuó el primer vuelo de prueba, que levantó verdadera expectación, con una tripulación básicamente española. No solo se trataba del inicio de un nuevo ciclo de pruebas en vuelo, que el público esperaba que esta vez finalizaran con éxito, sino que también era el primer vuelo de un dirigible en España. La tripulación estaba compuesta por el ingeniero Kapferer, el coronel Vives, el capitán Kindelán, los mecánicos franceses Rausell y Antoine y el cabo mecánico La Tapia. En honor a la ocasión, además de la bandera pintada en el gran timón de dirección, el dirigible llevaba dos banderas, una española y otra francesa, ondeando en la cola. El dirigible España salió de su hangar y se elevó hacia las doce del mediodía, pilotado por el capitán Kindelán, ascendiendo a unos 100 m de altura y dirigiéndose hacia Madrid. La ruta prevista era: Guadalajara – Azuqueca – Meco – Alcalá de Henares – San Fernando de Henares – Canillejas – Hipódromo de la Castellana – Cuatro Caminos – Palacio Real – Ventas – Canillejas – Guadalajara. El recorrido del viaje de ida era de unos 57 Km de ida, que el España recorrió en tres cuartos de hora, a una velocidad media de 77 Km/h. El dirigible España saliendo de su hangar en el Parque de Aerostación de Guadalajara para dirigirse a Madrid. Nuevo Mundo, n.º 853. Jueves, 12 de mayo 1910 El dirigible entró en Madrid siguiendo más o menos la calle de Alcalá, maniobró con soltura sobre la capital, pilotado por Kindelán, a unos 200 m de altura, y llegó hasta la plaza de Cibeles y el ministerio de la Guerra, en cuyos balcones se encontraba el teniente general Aznar, Ministro de la Guerra, y gran cantidad de jefes y oficiales. Después de evolucionar sobre el Ministerio descendió ligeramente sobre el paseo del Prado, volvió a Cibeles y “con bastante velocidad” recorrió la calle Alcalá hasta la Puerta del Sol y llegó sobre el Palacio Real. Allí estaban asomados a los balcones los miembros de la familia real. El rey Alfonso XIII les saludó con la mano, ademán que M. Kapferer, en unas declaraciones que hizo a la revista Vie au Grand Air, interpretó como que el rey les “hacía gestos enérgicos para hacerlos descender y subir él a bordo del España”. A la 1 de la tarde el dirigible cruzó de nuevo Madrid a gran velocidad y ascendiendo a 1.500 de altura. En poco tiempo regresó a Guadalajara y entró en su hangar. Construcción del hangar para el dirigible España en Guadalajara El España en el espacio, visto desde el interior del hangar. Foto: José Ortiz Echagüe. Nuevo Mundo n.º 853. Jueves, 12 de mayo 1910 El edificio del Servicio de Aerostación a finales de 1909 (Guadalajara) El dirigible España momentos antes de emprender viaje. Archivo Histórico del EA (SHYCEA)


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