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MISCELÁNEA Juan de Grailly se rinde a Duguesclin, batalla de Cocherel. Phillipe de Larivière. Dominio público 89 damente y sin órdenes, imprimiendo una mayor flexibilidad y reforzando los puntos decisivos. Finalmente, los ingleses movieron dos pequeñas fuerzas de caballería y arqueros, contra la retaguardia y flancos del enemigo, con lo que consiguieron el efecto moral definitivo. Capturaron al mismo rey Juan II, numerosos nobles, un contingente inmenso de caballeros y obtuvieron un éxito militar impresionante. Un tercio de Francia quedó en poder inglés. GUERRA CIVIL CASTELLANA, EUROPEA Y FRATRICIDA… NÁJERA (1367) La guerra civil castellana implicaba directa o indirectamente a los reinos peninsulares y también a parte de Europa. Pedro I “el Cruel” requirió apoyo del Príncipe Negro, invocando la tradicional alianza anglo-castellana y prometiendo dinero y tierra. El rey inglés apoyó el pacto. De cuna modesta, Bertrand Duguesclin “el águila de Bretaña” ascendió paso a paso en el oficio de las armas: una patrulla, un puesto avanzado, acciones de guerrilla, una compañía… hasta Condestable de Francia a las órdenes directas de Carlos V. Combatió a los routiers, soldados desmovilizados que se agrupaban en bandas para subsistir mediante el pillaje organizado, devastando el país o al rey de Navarra y convenció a los líderes de las “compañías libres” mercenarias para que se uniesen a él en España al servicio de Enrique de Trastámara. Este había ganado la mano en Álava al ocupar los puertos, bloqueando el paso hacia Castilla. Su ejército desbarató a “pieza de gentes Ingleses é Gascones que andaban á catar Viandas” en la zona, pero no a todos ellos, ya que doscientos “omes de armas, é otros y otros tantos flecheros” que se habían acogido a un “otero, asaz pequeño, a pie” y “a tal guisa se ordenaron los ingleses que los de a caballo (castellanos y franceses, incluyendo al Mariscal de Francia) non los podían desbaratar de ninguna manera, ni entrar en ellos”10. Entonces algunos como el citado Mariscal y Juan Ramírez de Arellano desmontaron, pero se les adelantaron Pedro González de Mendoza y otros que estaban a caballo que “acometieron en tal guisa que los desbarataron”. Pedro I y Eduardo “al ver que el Rey Don Enrique non descendía de aquella sierra a lo llano, é que ellos non podían pelear con él si non á grand su peoría” se dirigieron a Nájera, seguidos por las fuerzas de Enrique que nuevamente ocuparon una buena posición. Cuando este ordenó abandonarla para bajar al llano, muchos se opusieron, pero el futuro rey “era hombre de muy grand corazón, é de muy grand esfuerzo, e dixo que … quería poner la batalla en 10 Citas de “Crónicas de los reyes de Castilla” (en este caso, en el magnífico castellano del Canciller D. Pedro López de Ayala” hombre de armas abanderado en Nájera, a pie en la división de Duguesclin), ordenadas por Rosell, Cayetano en “Biblioteca de autores españoles”, Ed. Imprenta Rivadeneyra, Madrid 1875., págs. 553 y 554. plaza llana sin aventaja alguna”, a diferencia de lo que habían hecho sus subordinados en Álava. Bertrand ocupó el centro del despliegue con sus compañías, posiblemente las mejores tropas, avanzó y consiguió inicialmente hacer retroceder a los ingleses de vanguardia, no pequeña hazaña teniendo en cuenta que, en esta ocasión éstos no tenían la desventaja numérica de otras veces, ni consta que hubiesen instalado obstáculos defensivos. El ejército adversario había desmontado “grand pieza antes” de llegar hasta las fuerzas de Enrique. La caballería de Enrique, derrotada en ambos flancos (en el izquierdo sin combatir, según afea el canciller) por un adversario firme con apoyo de arqueros, escapó. Como no podía ser alcanzada por tropas a pie, éstas quedaron libres y envolvieron completamente a los enriqueños del centro.


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