NACIONAL
Texto: Felipe Pulido
Foto: Stte. Jesús de los Reyes (DECET)
Muchos de ellos son personas
mayores, con las que
tienen una especial sensibilidad,
conscientes de que
han sido unos de los grandes
perjudicados por la
pandemia. «Nos basamos en
la educación, el respeto, la
amabilidad, la empatía y el
cariño», señala.
Además de contar con la mochila de
valores y la experiencia adquirida en el Ejército, el cabo mayor
ha realizado un curso online en el que ha recibido formación
teórica. Más tarde, ha continuado con la fase práctica,
en colaboración con los rastreadores civiles. A partir de
ahí, ha comenzado a desempeñar esta nueva labor, diferente
a la que ejerce como cabo mayor de la IV Bandera, pero no
menos importante.
Cuenta que uno de sus hijos, destinado en la Agrupación de
Sanidad nº 3, estuvo realizando traslados de enfermos durante
la operación “Balmis”, por lo que su familia es conocedora
de lo que implica este trabajo.
Termina la jornada y regresa a casa, consciente de la importante
labor que ha realizado, pero sabiendo que forma
parte de su deber como militar. Es solo una misión más, que
se suma a las cuatro operaciones en el exterior en las que ha
participado, aunque esta vez no ha tenido que saltar fronteras.
Su diario se escribe en España y los protagonistas son sus
propios compatriotas. ¢
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