T R O P A S D E M O N T A Ñ A
Formación / 17
¿ACEPTAS EL RETO DE SERVIR EN UNA
UNIDAD DE MONTAÑA?
Conocida la aceptación y éxito de esta revista en los
centros de formación aprovecharé esta ocasión
para dirigirme a esos futuros Tenientes y Sargentos
que sienten algo de atracción por estas unidades
con la intención de mostrarles las posibilidades
personales y profesionales que ofrecen las unidades de
montaña.
El primer paso será la realización del curso de montaña. Se
trata de un curso muy técnico de 9 meses de duración donde
las relaciones personales que se establecen perduraran toda
la vida.
Evidentemente uno de sus puntos fuertes es el impresionante
entorno donde se lleva a cabo, montañas y parajes impresionantes
de la gran mayoría de los macizos de la península e incluso
los Alpes.
Es un curso progresivo apto para todo aquel que tenga ganas
de superar sus límites físicos y mentales. Límites físicos debido
a la importante carga física que tienen todas y cada una de sus
actividades, superando jornadas de trabajo intenso de más de
12 horas en entornos exigentes, aislados y en algún momento
peligrosos. La carga mental es la necesaria para superar momentos
de tensión que nos depara la montaña, donde nuestra
cabeza nos dice que estamos en el filo de la navaja y que un pequeño
error por nuestra parte puede decantar la balanza hacia
un accidente con consecuencias fatales. La gestión de estas situaciones
nos requerirá una preparación mental importante.
Hay que ser conscientes de que la finalidad del curso es preparar
a los mandos de las Fuerzas Armadas para que sean
capaces de mandar y LIDERAR las unidades de montaña de
nuestro Ejército, para ello será fundamental que su preparación
sea tal que les permita, aun en situaciones comprometidas
tener el suficiente margen para que, en vez de preocuparse
de su propia supervivencia puedan centrar su esfuerzo en liderar
a sus hombres y cumplir su misión. Para solventar estas
situaciones el alumno deberá adquirir una sólida base técnica
que les dotara de un gran número de recursos para solventar
las diferentes situaciones que le vayan surgiendo, deberá tener
claros los conceptos básicos del empleo táctico de las unidades
de montaña, habiendo realizado suficientes ejercicios tácticos,
que le permitan aportar ideas y procedimientos actualizados
acordes a la situación actual de nuestras unidades, teniendo
en cuenta los cambios en los que nuestras unidades están inmersas
y por ultimo durante el desarrollo del curso adquirirá
una experiencia que le servirá como cimiento para iniciar su
andadura en las unidades de montaña.
El segundo paso es la incorporación a las unidades de montaña.
Se dice que las unidades de montaña son excelentes escuelas
de mando. Lo que mi experiencia dice, es que son unidades
con una gran independencia donde se crean equipos que
requieren de un importante liderazgo y gran cohesión. El jefe
de una unidad de montaña toma decisiones que en circunstancias
normales no le corresponderían, pero ese aislamiento
que ofrece la montaña hace que el jefe de la unidad tenga que
tener muy claro el propósito del mando para poder tomar la
decisión correcta. Esta decisión, en muchas ocasiones, podrá
afectar directamente a la vida de sus hombres, ya que en la
montaña, el enemigo no dispara con fogueo aunque estemos
en instrucción, sino que los peligros diarios son reales y una
mala decisión puede desembocar en un accidente de fatales
consecuencias. En la montaña es fundamental que el equipo
funcione en busca de un mismo fin. Para ello es fundamental
que exista un compañerismo real, cosa que el mando conseguirá
entre otras cosas con su ejemplo. No me equivoco al afirmar
que en pocas unidades como en estas es tan importante
el ejemplo del mando. Este cargara la misma mochila, sufrirá
el mismo frio y el mismo calor, superara el mismo desnivel durante
la marcha, deberá construirse su iglú, etc. Todo esto crea
unos vínculos muy fuertes entre los componentes de la unidad
facilitando el sacrificio y esfuerzo de todo el personal en
beneficio de la unidad y la misión asignada, además de crear
unas relaciones personales entre sus miembros que probablemente
no se consigan en muchas otras unidades de nuestro
ejército.
En definitiva las unidades de montaña son unidades que requieren
de un gran sacrificio y una dureza extrema, pero la dureza
del entorno exige practicar en su máxima expresión todas
las cualidades que se le exigen a un militar, tales como disciplina,
espíritu de sacrificio, compañerismo, etc., reportando a
cada uno de sus integrantes una realización plena a la hora
de ejecutar el trabajo diario. El liderazgo y el mando orientado
a la misión, aspectos de actualidad en nuestras fuerzas armadas,
son necesarios y aplicados con naturalidad desde hace
tiempo debido a la naturaleza de las mismas, misiones asignadas
y medio en el que se emplean. Es por todo ello que animo
a todos los lectores de esta revista que tienen algún tipo de
inquietud sobre estas unidades a que den el paso, les aseguro
que las unidades de montaña y todos y cada uno de sus integrantes
no les defraudaran y descubrirán unas unidades compuestas
por personal humilde con un gran compañerismo y
espíritu de sacrificio, gran pasión por su trabajo y una recompensa
impagable de cada uno de sus subordinado en esa mirada
con la que te responde alguien cuando confía plenamente
en ti y deposita su vida en tus decisiones en busca de alcanzar
el propósito marcado.
Jorge Egea Sobreviela
Comandante Jefe Departamento de Montaña