CONOCER A...
orgullosos de que las obras de su hijo
adornen la ciudad, celebran sus logros.
Uno de ellos ha sido quedar en tercer
lugar en el certamen Badajoz Pinta, algo
que no esperaba debido a la alta competencia
entre los participantes. «Estoy muy
contento porque en ediciones anteriores
no he podido alcanzar el podio», afirma,
tras lograr la meritoria posición.
Siempre firma con el pseudónimo de Chino,
apodo con el que de forma cariñosa
le conocen sus amigos, por los ojos rasgados
que tiene. Además de pintar en su
ciudad, también ha dejado su firma en
Málaga, Madrid, Toledo, Lanzarote o Portugal,
entre otros lugares donde intenta
hacer cosas atractivas visualmente, pero
no de temas sociales, ya que esos los prefiere
hacer en Badajoz. Además, con sus
obras de pintura creativa intenta que la
gente «cambie la visión negativa que tiene
del arte urbano, y poco a poco lo estoy
consiguiendo».
Desde muy joven, el soldado Pajuelo tenía
claro que quería formar parte del
Ejército. Sin embargo, primero cursó un
grado superior en animación y actividades
físicas, para posteriormente presentarse
a las pruebas de acceso y conseguir
su sueño de entrar en el Ejército. Esto le
permitió participar en la operación “Balmis”,
realizada durante los meses más
complicados de la pandemia, donde su
función principal ha sido interactuar con
el pueblo, transmitir los valores de ayuda,
esfuerzo, sacrificio y que la ciudadanía
viese que el Ejército «está para ayudar
cuando se le necesita»
El futuro para el soldado Pajuelo está lleno
de retos. En su faceta como militar,
quiere mejorar en su trabajo cada día y,
en el ámbito artístico, está pendiente de
pintar un mural dentro de su base de destino,
lo que espera con gran entusiasmo:
«Estoy encantado de poder pintar en la
base y dejar dentro del Ejército mi sello
artístico». ¢
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