NACIONAL
¿PARA QUÉ?
La unión de esa capacidad de identificación
y el hecho de ser fácilmente
transportable hace que se pueda
desplegar donde sea necesario en
muy poco tiempo, y aunque su función
no es evitar ninguna amenaza,
«conociendo el agente contaminante
se pueden adecuar las medidas de
protección, tratamiento y descontaminación
de forma precisa, permitiendo
el empleo eficiente de los
medios disponibles», asegura el teniente
coronel.
De igual manera, el laboratorio es
autónomo, por lo que no precisa de
ningún elemento externo para operar
y tiene capacidad de detección por sí
mismo, aunque no sea esa su misión.
Por todo ello, a pesar de que existan
otros equipos portátiles que permitan
identificar contaminantes,
este laboratorio «lo hace de forma
más precisa, y puede confirmar las
identificaciones iniciales o directamente
realizarlas». Igualmente, y
dado que su función no es detectar,
sino identificar con certeza, su empleo
en territorio nacional sería más
adecuado en caso de algún tipo de
ataque terrorista con sustancias desconocidas.
Se trata de una herramienta de
gran utilidad en la actualidad, pues
cabe destacar que, aunque no existe
confirmación oficial de empleo
de agentes químicos en conflictos
recientes, sí existen sospechas de
su uso, por ejemplo, en la guerra de
Siria. «No obstante, cualquier sustancia
que se pueda emplear —tanto
agentes de guerra como sustancias industriales
perjudiciales para la salud,
denominadas TIC (Tóxico Químico
Industrial)— es detectada e identificada
por el laboratorio», señala el teniente
coronel Rubio.
23