NACIONAL
Lápida en memoria del teniente Vicente García Cabrelles, colocada en el Alcázar de Toledo en 1912
A Vicente le vino en suerte ese tiempo
en el que los soldados españoles terminaron
combatiendo en lo que se denominó
la guerra del general Margallo. Y
nuestro protagonista se encuentra en
esos momentos defendiendo el fuerte de
Cabrerizas Altas. Cuando la situación en
el fuerte es más desesperada, Margallo
organiza una salida con dos secciones,
una del Regimiento «Borbón» y otra del
«Extremadura», que pelean en una lucha
a muerte en un intento de aliviar la
presión sobre el blocao. Al mando de su
sección, mientras recibe su unidad un
copioso fuego, el teniente Cabrelles establece
contacto con el enemigo y, durante
esos combates, recibe dos disparos —uno
en la pierna y otro en la cabeza—, que le
provocaron la muerte en el acto.
Era el primer caído de la General, 28 de
octubre de 1893, y como escribieron sus
compañeros: Gloriosamente muerto en
la primera campaña de Melilla y en quien
se cumplió el encargo del primer director
de la Academia General Militar, de que se
honrase la memoria del primer compañero
muerto en campaña, colocando en el patio
del Alcázar de Toledo, el 4 de marzo de 1912
una lápida debida al cincel del comandante
Oteiza, que perpetuase la memoria de los
muchos alumnos de la General que dieron
su vida por la Patria y en la cual se grabó el
nombre de García Cabrelles.
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