864 o La supervivencia a largo plazo de los agentes infecciosos, la conserva-ción de la actividad de las toxinas durante largos periodos, y la influencia protectora de las partículas de polvo a las que se adhieren los microorga-nismos cuando se diseminan por aerosoles, han sido bien documentadas, por tanto existe la posibilidad de generación de aerosoles secundarios a partir de superficies previamente contaminadas. En menor grado, las par-tículas pueden adherirse a un individuo o a las ropas originando riesgos de exposición adicionales, aunque menos significativos. o Se ha documentado la diseminación persona a persona de ciertos agentes biológicos potenciales. Los seres humanos, como portadores inconscien-tes y muy efectivos de un agente transmisible, podrían fácilmente conver-tirse en una fuente de diseminación (por ejemplo, de la peste o viruela). o Las condiciones atmosféricas son críticas para un uso eficaz de los agen-tes biológicos. En general el momento óptimo para su empleo es al final de la noche y en la madrugada. Durante estas horas la inactivación de los aerosoles biológicos por la radiación ultravioleta es mínima. Además es en estos momentos cuando es más probable la neutralización o inversión de las condiciones atmosféricas. El fenómeno de inversión atmosférica permite perfectamente el desplazamiento de un aerosol sobre el terreno. 5. Indicadores epidemiológicos de agresión con un arma biológica No es posible determinar de antemano si el objetivo de un ataque es matar, incapacitar u obtener publicidad para una organización terrorista así como la forma en que el agente biológico va a ser dispersado. Además, tras el ataque, el número de víctimas puede ser pequeño y por lo tanto no reconocidos como intencionalmente infectados, más aún si el agente provoca una enfermedad común (baja sospecha de ataque biológico) siendo que además el personal infectado ha podido viajar y recurrir a servicios de salud lejanos entre sí (incluso en distintos países). A pesar de la posibilidad de que se produzcan estas situaciones, el personal sanitario debe estar alerta sobre posibles indicadores que pueden ser una señal de una situación inusual. A pesar de que estos indicios pueden ocurrir en brotes naturales y no necesariamente limitados a un ataque biológico, por lo menos deberían aumentar la sospecha de que un evento natural que ha ocurrido. • Indicadores de ataque: • Tras un ataque biológico el patrón de enfermedad probablemente tenga características diferentes de un brote epidémico natural. o En contraste con las epidemias naturales (excepto las toxiinfecciones ali-mentarias) en las que la incidencia de la enfermedad aumenta a lo largo de semanas o meses, la curva epidémica de la mayoría de los brotes artifi-ciales es más breve, alcanzando su pico en unas pocas horas o días.
MANUAL DE SOPORTE VITAL AVANZADO EN COMBATE
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