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REVISTA SANIDAD FAS JUL SEP 2016

Escalón quirúrgico embarcado, experiencia en el buque de asalto anfibio L-51 «Galicia»... Sanid. mil. 2016; 72 (3)  223 pecialistas fueran destinados a hospitales militares en tierra. Su lugar lo ocupaba un oficial médico generalista. A partir de la pasada década, la sanidad naval de Reino Unido se ha vis-to muy influenciada por los avances acontecidos en la guerra de Irak y Afganistán13. En septiembre de 2010, se desplegó en la costa de Somalia un equipo quirúrgico naval británico compuesto por 18 miembros: un médico de urgencias, un ci-rujano general, un cirujano ortopédico, dos anestesiólogos, dos enfermeras de evacuación, dos sanitarios de evacuación, dos enfermeras de urgencias, tres enfermeras para UCI, dos auxiliares de quirófano, una enfermera circulante, un técnico de rayos, un técnico de laboratorio y un técnico de sanidad14. La marina británica cuenta recientemente con un equipo de respuesta a la emergencia naval rápida (Maritime Medical Emergency Response Team), compuesto por anestesiólogo, enfermero de emergencias y técnico sanitario que puede des-plegar en un helicóptero o en una embarcación13. Formación teórico-práctica previa al despliegue naval La formación teórica recibida de forma previa al desplie-gue en la Operación Atalanta por los miembros del equipo quirúrgico en comparación a otros ejércitos ha sido menor. El curso de soporte vital avanzado en combate impartido en la Escuela Militar de Sanidad tiene una duración de 5 días, el contenido exclusivamente “naval” es escaso y los 3 oficia-les médicos diplomados pertenecientes al equipo quirúrgico finalmente no lo realizaron. El entrenamiento pre-despliegue británico es de un curso especializado de 14 semanas a tiem-po completo y la participación en diversos ejercicios navales aplicando al ambiente marítimo las lecciones identificadas en las zonas de operaciones de Irak y Afganistán15. La ma-rina alemana prepara al equipo quirúrgico un curso exclu-sivamente de medicina naval de 2 días para que se adies-tren en la atención a las bajas en ambiente marítimo16. A su vez estudios estadounidenses17, franceses18, holandeses19 y australianos20 abogan por la importancia de una adecuada formación médica de forma previa al despliegue en zona de operaciones. Equipos de atención a la baja en ambiente naval Gracias a la experiencia y los buenos resultados obtenidos en el Role 2E español de Herat (Afganistán), los miembros del equipo quirúrgico embarcado, hemos optado por trasla-dar la sistemática de atención a la baja en combate allí reali-zada hasta el buque Galicia (Figura 6). Los únicos cambios realizados han sido provocados por la falta de personal, de tal manera que cada uno de los enfermeros del equipo quirúrgi-co también se debe encargar de las funciones realizadas por el sanitario (exposición del miembro y de la espalda, control de la hemostasia, prevención de la hipotermia, cura e inmo-vilización de las heridas y colaborar con las radiografías y ecografía FAST). Aunque durante el despliegue no ha sido necesario emplear al equipo, tras varios simulacros en la mar Figura 7. Atención quirúrgica a un pescador civil diagnosticado de hemos obtenido resultados satisfactorios. mano catastrófica en el segundo escalón sanitario a bordo del L-51 “Galicia” desplegado en la Operación “Atalanta”. Figura 6. Asistencia de la baja en combate por equipos españo-les (Role 2E de Herat –Afganistán- y Role 2 embarcado), esta-dounidenses, británicos y franceses. Tomado de: Pérez M, Sán-chez JI, Navarro R, Borrego P, Fuentes D, Molero E. Abordaje inicial del paciente politraumatizado grave en el Role 2E Herat. I Congreso de Sanidad Militar. Granada 2014. Mercer S, Scott R, Via D. Preparing the team. En: Combat Anesthesia, Border Institute Ed. 2015 Washington DC; pp.31-40. Mercer SJ, Heames RM. Anaesthesia and critical care aspect of Role 2 Afloat. J Royal Naval Medical Service 2013;99(3): 140-3. Puidupin M, Wey PF, Rouault M, Le Bars R, Martinez JY. Structures médicochirurgi-cales de lávant. En: Mérat S. Le blessé de guerre. Arnette Ed. Paris 2014. Pp 151-163. Productos sanitarios y medicación Según Villarejo3 los recursos materiales del apoyo sanitario deberán tener el adecuado grado de normalización de forma que puedan ser interoperables tanto con el material sanitario disponible por parte del ejército de tierra y el ejército del aire, como con el material sanitario de otros países pertenecientes a las organizaciones en las que estamos integrados. A esto


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