dossier encomienden. Recordemos que aunque estamos lejos de afirmar que los sistemas aéreos tripulados remotamente forman la columna vertebral de las Fuerzas Aéreas, sí que se puede ratificar que son los más solicitados en los teatros de operación actuales por características tales como la persistencia (autonomía), precisión (tanto en navegación como en la obtención de información o datos a través de sus sensores) y discreción. Estas cualidades convierten al NR.05 en una útil herramienta tanto a nivel táctico, operacional, e incluso estratégico. De ahí la importancia de desarrollar y establecer sólidos procedimientos para conseguir la mayor eficiencia en su operación, ya que potencialmente su utilización podrá contribuir a la consecución de objetivos a nivel conjunto, en apoyo a los cuerpos de seguridad del Estado y a favor de otros organismos de la Administración. Por último, en el apartado de operación, merece que se resalte la crucial importancia que tendrán los servicios de meteorología durante el proceso de ejecución de las misiones. La observación y predicción de factores ambientales deberán subir un peldaño en lo referente a exactitud para garantizar tanto la seguridad en la operación como la óptima calidad de los productos requeridos. Tanto los sistemas y sensores de a bordo; el conjunto de los elementos relacionados con las comunicaciones, control y monitorización; y el diseño de la aeronave en sí tienden a verse más afectados por los elementos atmosféricos (vientos, temperaturas, nubosidad, tormentas, etc.) que las aeronaves convencionales. Si añadimos que la permanencia en vuelo no juega a favor en lo que a este aspecto se refiere, podríamos descubrir un talón de Aquiles, en el caso de no contar con los medios y personal adecuados en este campo. Toda esta temática nos acompañó en el último tramo de la fase nacional, y sigue y seguirá siendo un continuo en nuestros pensamientos hasta que consigamos establecer las sólidas bases de la futura unidad. Desde mediados de octubre a finales de diciembre del pasado 2016, previo a la partida de las dos primeras tripulaciones a EE.UU., nos desplazamos a Madrid, concretamente a la SECID (Sección de Idiomas) dentro de nuestro Cuartel General (CGEA). Allí, durante casi dos meses, nos encuadraron en un curso de inglés de nivel intermedio que se convirtió en un intensivo de advance gracias al nivel que disponía el personal y al buen hacer del profesorado, el cual no se limitó a lo programado y fue adaptándose a los requerimientos y necesidades de los asistentes. Debo reconocer que ha sido un privilegio que en otras circunstancias similares no se puede realizar, pero que dota al personal de los recursos necesarios para afrontar con garantías los cursos en el extranjero, así como la eventual residencia fuera de territorio nacional. Podríamos afirmar que los párrafos anteriores son un extracto del primer capítulo en la historia de una nueva dimensión, pero mucho trabajo previo, reuniones y toma de decisiones nos han precedido. Por ello, no quisiera acabar esta publicación sin agradecer la labor de todo el personal que ha estado, está y estará implicado en este programa; y especialmente a los que han compartido (CECAF, Escuela de UAS, SECID, CEGA, EMA, Oficina de Programa y «tripulantes») y compartirán episodios de nuestra crónica… Pues esto no ha hecho más que empezar… • Predator B con escarapelas españolas 892 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Noviembre 2017
REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 868
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