En la recta final para el lanzamiento del satélite PAZ, previsto para principios del próximo año 2018, ya está todo preparado para lo que es calificado por los expertos como un «hito» para la industria espacial española. Aparte de las innovaciones tecnológicas, el dato más relevante es que esto ha sido posible gracias a un consorcio formado por quince empresas y tres universidades, lo que implica la madurez de unas capacidades que abren la puerta a numerosos proyectos de escala internacional. El satélite PAZ forma parte del Programa Nacional de Observación de la Tierra (PNOTS) y está integrado también por el satélite INGENIO. Ambos se orientan, principalmente, a satisfacer las necesidades de usuarios militares y civiles, respectivamente. Las dos plataformas se han desarrollado en España y han contado con la participación de un consorcio de empresas liderado por el gigante europeo Airbus, como contratista principal, cuya denominación ha ido pasando por Casa Espacio, Astrium y Airbus Defese and Space. La dirección del proyecto, como cliente final, se ha desarrollado conjuntamente entre los ministerios de Defensa e Industria, Energía y Comercio. En el caso de Defensa, como el ministerio no posee satélites en propiedad, el modelo utilizado por la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) se basa en la obtención de servicios mediante contrato marco con una operadora nacional de servicios gubernamentales. PAZ cumple, de esa forma, con los tres requisitos planteados: garantizar el suministro para las necesidades operativas, participando en el control sobre la operadora; permitir la explotación y la elaboración de inteligencia a través de sus propios medios en segmento usuario, y evitar costes de operación y mantenimiento de los satélites a la Administración. CUENTA ATRÁS DESDE VANDENBERG Una vez confirmada la ventana de lanzamiento, se procederá a definir la fecha exacta de la cuenta atrás, precedida por el margen de unos días, en función de la previsión meteorológica. El lanzamiento tendrá lugar en el complejo espacial norteamericano (Space Launch Complex) 4E de la base de la Fuerza Aérea en Vandenberg (California). La razón de ser de este emplazamiento, que inicialmente iba a tener lugar en Rusia, vino dado por problemas técnicos en el lanzador Dnper, unido al conflicto de Ucraniza y la crisis de la península de Crimea. El pasado mes de marzo, la empresa española de servicios gubernamentales por satélite, Hisdesat, suscribió un acuerdo con la compañía norteamericana SpaceX para poner en órbita el satélite radar de observación de la Tierra, PAZ, con el lanzador Falcon 9. La base es utilizada por SpaceX para lanzamientos a órbitas polares, y sus numerosos éxitos han sido decisivos para la elección por Hisdesat de este lanzador, en el que ya han confiado otras grandes empresas. Baste recordar que en junio puso en órbita diez satélites Iridium NEXT con dos lanzamientos de un Falcon 9 en 48 horas, una cifra récord que supone transformar lo que, hasta ahora, era la dinámica de la industria astronáutica. PAZ supone un progreso sustancial del programa europeo Copernicus para la vigilancia mundial del medio ambiente y la seguridad REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Diciembre 2017 1007
RAA 869 DICIEMBRE
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