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Pinchos de escorpión, arañas a la plancha y tartas de insectos fueron algunos de los aperitivos de la cena. (Imagen: Angélica Anglés) Buzz Aldrin dejaron sus pisadas en la regolita lunar mientras Michael Collins, pilotando el Módulo de Mando, los esperaba en órbita lunar. El evento no solo celebraba el aniversario del Apolo 11, sino también recordaba las otras misiones lunares del Proyecto Apolo en conjunto. El evento comenzó con un cóctel con el que se dio la bienvenida a la sede central del club, un edificio señorial de seis plantas en el Upper East Side de Nueva York. Pero después de traspasar las puertas de acero y las arcadas de piedra nos esperaba un mundo fascinante. El edifico está repleto de recuerdos de viaje, como animales disecados, banderas que han viajado en diferentes expediciones, incluidas las lunares, colmillos de raras especies de elefantes, cabezas de alce, pingüinos, recuerdos, artefactos y placas conmemorativas de los logros de los miembros del club. La historia permanece viva en el edificio. Y especialmente en ese fin de semana en el que se celebraban los Óscars de la Exploración en el que podía sentirse por todas partes el espíritu de la investigación y la aventura. Los entrantes que se sirvieron verificaron que no se trataba de una cena ordinaria: albóndigas de caimán, tartas de grillos, pinchos de escorpión, arañas y escarabajos a la plancha, asado de iguana… Muchos de los astronautas y exploradores que han tomado parte en esas misiones apasionantes estaban presentes en la cena. Las conversaciones no parecían de este mundo; charlas que no trataban del tiempo ,sino de viajes espaciales y de exploraciones a las zonas más remotas del mundo. Los astronautas del Apolo relataron anécdotas sobre sus misiones a la Luna, pero no solo como recuerdo, sino mirando adelante, pensando en los «grandes saltos» de la futura exploración espacial. «Cuando Neil, Buzz y yo regresamos de la Luna, muchos científicos estaban preocupados por si habíamos traído con nosotros algunos patógenos nocivos, por lo que tuvimos que permanecer en cuarentena durante dos semanas, en la compañía de una pareja de ratones blancos. Casi al mismo tiempo, John Steinbeck había escrito el best seller Sobre ratones y hombres. Y el se preguntaba: tres hombres hemos hecho este viaje, pero ¿ha sido un éxito o un fracaso? El resultado depende de los ratones blancos. Si mueren tenemos un gran problema. Entre el ratón y el hombre, ¿quién es el más importante? ¡Creo que el ratón!», dijo Michael Collins. «Mike y yo estábamos corriendo en las instalaciones de la cuarentena cuando vimos una grieta en el suelo, ¡dentro de las instalaciones! ¡por la que las hormigas entraban y salían! Albóndigas de caimán en los entremeses de la cena anual de The Explorers Club. (Imagen: Angélica Anglés) 484 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Junio 2019


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