campo, con tasas de derribos en ejercicios y combates simulados del orden 20:1 según información pública tras el último Red Flag. En cambio, gracias al conjunto, complejidad y nivel de integración bajo el concepto Sensor Fusion de los sensores con los que cuenta, es capaz de presentar al piloto un mapa completo del campo de batalla, proporcionándole una conciencia situacional sin parangón, siendo capaz de enviar toda la información necesaria a las unidades aliadas mediante datalink, actuando por lo tanto como plataforma ISR (Intelligence, Surveillance, Reconnaissance) de forma pasiva sin comprometer sus capacidades en la misión que esté llevando a cabo. El F-35 es el programa de mayor envergadura actualmente en marcha, con una cartera de pedidos estimada en más de 3200 aviones, números que representan más del 45 % del mercado. El final de su vida en servicio se estima, ocurrirá hacia 2070. RUSIA. EL SU-57 Rusia, tras unos años inciertos tras el colapso de la Unión Soviética y protagonizados por una fuerte recesión económica, desde la década del 2000 ha estado rearmando paulatinamente a sus fuerzas armadas, potenciando concretamente su arma de aviación: – Maximizando las capacidades de sus actuales activos, en forma de actualizaciones. – Desarrollando nuevas variantes avanzadas, tal y como sucede con la familia Flanker y en concreto más recientemente, con el Su-35, del que globalmente hablando, se puede decir que únicamente comparte y salvando ciertos puntos, similitudes físicas con el Su-27 original. – Desarrollando nuevo armamento, tal y como fue presentado el jueves 1 de marzo de 2018 durante el mensaje anual ante el Parlamento ruso por el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, enfocadas a superar, según sus declaraciones, el escudo antimisiles estadounidense. Pero sin duda, el punto más interesante es el que respecta a sus nuevos diseños, dotados de capacidades avanzadas, siendo el máximo protagonista en la actualidad el Su-57, fruto del desarrollo del prototipo T-50 de la misma forma que lo fue el Su-27 del T-10. El Su-57 dispone de capacidad supercrucero y supermaniobrabilidad; concretamente en este último punto va un paso más allá de la demostrada por el F-22, estando dotado tanto de toberas con empuje vectoriales como de extensiones en el borde de ataque de control de vórtices (LEVCONs, Leading Edge Vortex Controllers) lo que le permite, junto a su diseño aerodinámico y sistema de control de vuelo, realizar maniobras espectaculares, manteniéndose siempre pese su vistosidad dentro de los límites de su envolvente de vuelo. Todos los sistemas y sensores del Su-57 están comunicados entre sí, logrando un cierto nivel sensor fusión Vista frontal del Su-57. (Imagen: VVS) REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Octubre 2019 765
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