Page 34

RAA_889_1

XF-9-1. (Imagen del Ministerio de Defensa japonés) que estaba siendo trasladado, cuya imagen acompaña a estas líneas. Muy poco se sabe del avión, pese a que la fecha del primer vuelo sigue estando prevista para 2023, en términos de suite de aviónica. No así en lo que respecta a la planta de empuje, cuya elección recayó a finales de 2018 en General Electric, equipando finalmente o bien el modelo F110-GE-129 o bien el F110-GE-132 en las primeras fases del programa, a la espera del desarrollo del motor indígena cuyo nombre aún es desconocido, pero que será fabricado por el consorcio nacional TRMotor Power Systems, que se espera proporcione capacidad supercrucero gracias a las 27 000 libras de empuje por motor que habrían de desarrollar. JAPÓN. EL MITSUBISHI X-2 Y LA PROPUESTA DE SEXTA GENERACIÓN, F-3 En desarrollo desde el año 2007, con un coste estimado en 350 millones de dólares, dotado de un innovador fuselaje basado en el del F-22 y fabricado en un novedoso proceso que integraba tanto carburo de silicio como composite, equipado con empuje vectorial y capacidad supercrucero, aviónica avanzada y, según sus creadores, con una sección transversal de radar similar a la de un avispón gigante, el demostrador tecnológico avanzado japonés, denominado X-2 Shinshin, que serviría como base para el desarrollo futuro del caza de superioridad aérea indígena avanzado tan largamente perseguido por Japón, realizó su primer vuelo en 2016. Pese a que el vuelo significó para la industria aeronáutica japonesa la consecución de un nuevo hito tecnológico, el avión no dejaba de ser un demostrador, mucho menos un prototipo como tal; así el desarrollo completo del programa hubiera supuesto un coste estimado cercano a los 40 billones de dólares (aproximadamente 215 millones de dólares por avión), significó la congelación de cualquier tipo de desarrollo del mismo, e impulsó la emisión de RFIs (Request For Information) a contratistas de defensa extranjeros, en particular a Grumman y a British Aerospace. Sin embargo, de haber aceptado las soluciones y propuestas recibidas, cualquier intento a corto/medio plazo de futuro desarrollo autóctono y una disminución de la dependencia tecnológica de contratistas americanos (cuyo más reciente ejemplo ha sido un incremento en la cantidad originalmente pedida de F-35, de 42 a un total de 147 aparatos) hubiera sufrido un serio retroceso. En 2019 se ha confirmado oficialmente que el Gobierno japonés ha decidido seguir adelante con su propuesta indígena, con el objetivo de reemplazar su flota de Mitsubishi F-2, lanzando sus requerimientos operativos hacia 2020 y contando con un inicio del programa hacia 2021, estando programado el primer vuelo hacia 2030. Este movimiento, aunque extremadamente costoso, parece del todo lógico: no solo otorgará 960 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Diciembre 2019


RAA_889_1
To see the actual publication please follow the link above