Maqueta del Next Generation Fighter presentada en Le Bourget. (Imagen de prensa pública de Airbus) revista de aeronáutica y astronáutica / marzo 2019 generación Stealth (parte 3) 171 diversos conceptos con formas aerodinámicas y capacidades, desde arsenales aéreos hasta enjambres están actualmente en desarrollo, denominándose con diversas terminologías pero con una misma base operacional. – Cooperación con otros activos de la misma alianza: fundamentado en la hiperconectividad tanto con otros medios aéreos como aquellos integrados en la red (incluyendo satélites militares), realizándose el intercambio de información bajo un entorno controlado y encriptado denominado «nube de combate», siendo esta, junto con la información procedente de los propios sensores pasivos y activos del avión el núcleo de la información de la que dispondrá el piloto. Así, los pilotos trabajarán conjuntamente con estos, según el concepto de operaciones (CONOPS) que actualmente se está planteando y a la vez dispondrán de la mayor conciencia situacional posible gracias a la recepción, selección, compactación, síntesis y presentación de información en tiempo real del estado del campo de batalla, gestionada previsiblemente por una inteligencia artificial avanzada que sea capaz de ejecutar estas acciones con plena efectividad e incluso de seleccionar y priorizar los blancos clave, ya sea según el nivel de amenaza o prioridad determinada. – Integración de armamento de energía dirigida en el avión, o bien desde su misma entrada en servicio o bien a modo de provisions para incorporarlo en algún momento de su vida operativa, obligando a una mayor electrificación de aquellas aeronaves que lo empleen, especialmente crítico en el caso de aviones de combate dado el menor espacio disponible, y la necesidad de desarrollar motores capaces de generar esa potencia necesaria cumpliendo a la vez con los requerimientos de consumo, persistencia, costes de ciclo de vida reducidos y empuje demandado. La agrupación de características clave como furtividad, sensor fusion e hiperconectividad, capacidad de proporcionar al piloto una conciencia situacional completa y una previsible capacidad de selección y blocaje de blancos de forma automatizada, permitirán al avión de combate de sexta generación y a su piloto operar en entornos de alta densidad con plena efectividad. Sin embargo, hay que destacar que implementarlas en su totalidad podría incrementar los costes de desarrollo de forma prohibitiva, pudiendo sin embargo reducir los mismos tanto implementando técnicas de fabricación más eficientes, modelizando y simulando el proceso de ensamblaje antes de que este tenga lugar físicamente (y con ello optimizándolo), así como perseguir una correcta planificación del programa que impida la consecución de sus hitos, eliminando en la medida de lo posible los retrasos y sobrecostes, todo ello sin penalizar las
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