las fuerzas aéreas y el espacio dossier 193 Reino Unido, con capacidades SATCOM comerciales también utilizadas cuando es necesario. Están explorando opciones para la próxima generación de comunicaciones militares. En lo que se refiere a alerta y seguimiento de misiles, el Sistema estadounidense de Infrarrojos basado en el espacio (Space Based Infrared System, SBIRS), cuyos datos se comparten con los aliados, incluido el Reino Unido, junto con una red de sistemas terrestres de alerta temprana y seguimiento de misiles, proporciona una cobertura global para hacer el seguimiento de lanzamientos de misiles balísticos y sus trayectorias de vuelo para predecir momento y punto de impacto probables. Por su parte, la monitorización medioambiental tiene dos aspectos: proporcionar las previsiones meteorológicas en la mar, en tierra y en el aire (con gran ayuda de las capacidades basadas en radar de apertura sintética) y monitorizar el sol (del que emana la mayor parte de nuestro clima espacial), mediante el empleo de sistemas espaciales y terrestres. Las previsiones meteorológicas se remiten al Centro de Operaciones Espaciales de la RAF. • Planeamiento del Apoyo del Espacio a las Operaciones. El personal del Centro Combinado de Operaciones Espaciales en Vandenberg (California) es experto en la incorporación de las capacidades espaciales en el planeamiento de las operaciones, pero el Reino Unido no está tan avanzado en este aspecto. Algunas funciones espaciales se asumen como algo rutinario y algunas otras ni siquiera se consideran; estos retos se están abordando mediante el Concepto de Operaciones Espaciales 2025. • Apoyo a los servicios espaciales. El apoyo a los servicios espaciales consiste en las operaciones de lanzamiento de satélites y de mantenimiento y sostenimiento de los mismos. — Las operaciones de lanzamiento son fundamentales para participar en las actividades espaciales, ya que ponen en órbita los satélites. El Reino Unido es el único país del mundo que ha desarrollado, y luego renunciado, a la capacidad de lanzamiento. Así, con el fin de poseer capacidad de reconstituir o mejorar cualquier constelación, se está alentando a la industria a crear emplazamientos para realizar lanzamientos verticales u horizontales y tener la ventaja estratégica de poseer el control del momento del lanzamiento; de ahí, el requisito de disponer de vehículos espaciales y cargas útiles (modulares para proporcionar capacidades ópticas, SAR, IR o SIGINT) adecuadas y almacenadas para su lanzamiento con poca anticipación. — Las operaciones satelitales incluyen la maniobra, sostenimiento y mantenimiento de los satélites y sus cargas útiles. A este respecto, en Reino Unido revista de aeronáutica y astronáutica / marzo 2020 deberá decidirse quién, gobierno o industria, es el más indicado para garantizar que los satélites se mantengan y vuelen de forma segura. La asignación de tareas (tasking) de las cargas útiles tendrá que ser una responsabilidad gubernamental, como en el caso de la constelación SKYNET que, aunque es operada por un contratista (y se prevé continuar así), las prioridades de las SATCOM son establecidas por el Ministerio de Defensa. Resumen Las características únicas del espacio y la dificultad de obtener y mantener el acceso al mismo presentan consideraciones únicas que deben incluirse en el proceso de planeamiento para garantizar el éxito de la misión. La explotación de los atributos y cometidos del poder espacial contribuye de manera significativa al éxito de la acción conjunta. Las capacidades de control del espacio permiten la libertad de acción propia y la capacidad de influir directamente en los adversarios; el conocimiento de la situación espacial apoya a comprender el espacio y otros entornos; el apoyo del espacio a las operaciones refuerza la eficacia operativa en todos los dominios; y el apoyo a los servicios espaciales permiten el acceso al espacio y las operaciones satelitales. De esta manera, los servicios basados en el espacio pueden ser transparentes o invisibles para el usuario final, pero impregnan casi todos los aspectos de las operaciones conjuntas y combinadas y, por ello, el dominio espacial debe considerarse tan rutinario como los demás dominios operativos y debe incluirse en los procesos de planeamiento militar y en la elaboración de los objetivos y líneas de acción de las campañas conjuntas. Del mismo modo, debería considerarse y, en caso necesario, integrarse el posible apoyo a las operaciones espaciales por parte de otros dominios. Los elementos de todas las funciones de apoyo dentro de cada cometido exigen una mayor consideración de cómo pueden llevarse a cabo más eficazmente; de hecho, algunas funciones requieren una capacidad soberana, particularmente cierto en el caso del conocimiento de la situación espacial. Además, la falta de capacidades espaciales traería graves consecuencias, desde el punto de vista operativo, en la aproximación a las operaciones en áreas como las comunicaciones, obtención de la información, previsión meteo, precisión en navegación y sistemas de ataque, alerta temprana, así como en múltiples aplicaciones militares relacionadas con la gestión de la información y el sostenimiento.
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