revista de aeronáutica y astronáutica / marzo 2020 222 El suboficial del siglo XXI trabajo 24 horas al día los siete días de la semana. Nuestra Institución necesita líderes que definan y propugnen la norma a seguir y que conformen el marco conceptual de nuestra profesión. Los valores, sumados al espíritu militar, guían la manera en que nos comportamos como profesionales. Tenemos que ser los líderes y a la vez modelos de nuestros subordinados y ejemplo claro para la sociedad. La formación militar y preparación técnica permite a nuestras unidades el cumplimiento de su misión en la que el suboficial aporta su cualificación para el desarrollo diario de la actividad. Allá donde está presente cualquier sistema de armas o equipo de apoyo, allá donde encontremos un elemento esencial para el cumplimiento de la misión asignada, podemos afirmar con total rotundidad que hay un suboficial. Que medite cada uno acerca de lo que significa ser un suboficial y cómo encajamos en la milicia. ¿Qué lecciones hemos aprendido durante nuestra formación? A lo largo de nuestra trayectoria, ¿qué podemos aportar, para mejorar nuestras capacidades? Y todas esas respuestas definen el perfil que se espera de un suboficial del Ejército del Aire a medida que avanza el siglo XXI. Con todo esto, la figura del suboficial del futuro, que tomará las riendas de la institución, será un militar en continuo contacto con la realidad, de pensamiento crítico de tal modo que le permita una adecuada visión para la toma de decisiones. Con la capacidad adecuada para interactuar con el equipo al que lidere y con mente innovadora con la que adquiera la habilidad de dar respuestas y soluciones en consonancia a lo que la institución demande. Sintámonos orgullosos de ser suboficiales, de pertenecer a esta escala y de ser vanguardia de nuestra sociedad. Compartamos y transmitamos a nuestros compañeros, nuestra familia y a la sociedad a la que servimos el cariño que tenemos al Ejército del Aire. Ese cariño que ponemos en lo que hacemos para que la institución sea líder en excelencia, cumpliendo la misión encomendada y permitiendo que allá donde haya un suboficial aviador, nuestra bandera ondee en lo más alto. n Entrega de despachos a suboficiales. (Imagen: Ejército del Aire)
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