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REVISTA_DE_AERONAUTICA_Y_ASTRONAUTICA_855

tos del programa que el computador de misión necesita para efectuar el lanzamiento de una bomba sobre un objetivo por citar algunos ejemplos y todo desde su terminal. La complejidad de los sistemas del F-18, el hecho de ser un avión polivalente y de que sea manejado por un solo tripulante , hace que el constante estudio de sus sistemas y la habilidad en el manejo de interruptores de efecto múltiple, introducción rápida de datos, etc., algo que alguien bautizó con el horrible término de “Swithchologia”, cobre una importancia sin límites y el disponer de sistemas que, como el C.A.I. , se están imponiendo en todas las entidades y empresas en las que la instrucción del personal es un factor decisivo resulta fundamental. Sirvamos pues esa aplicación del C.A.I. como primer escalón de simulación para entrar en el repaso de esa parte de la instrucción. EL SIMULADOR Todos sabemos que la ya tan repetida frase “Así como te entrenes combatirás”, se va haciendo cada vez más difícil de cumplir si el resultado que pretendemos es la obtención de un nivel operativo que ante la posible eventualidad de empleo de las armas de que disponemos responda sin fraude ante aquellos que las pusieron en nuestra manos. El vuelo supersónico, vuelo a muy baja cota a altas velocidades, combate a baja cota, navegación táctica aire-aire y armamento aire suelo, son algunos ejemplos de misiones que supone un aumento del costo del riego o simplemente un sacrificio que pedimos a aquellos españoles que viven cerca de las áreas de entrenamiento. Misiones éstas por otra parte, ineludibles en número mínimo para que complementadas con “simulaciones” mantengan ese nivel de entrenamiento al que hago referencia. Ello hace que no podamos descuidar ni un ápice todo lo que contribuya a generar entrenamiento simulado. Como dato diré que una unidad como el VFA 106 en la que más tarde nos entrenaríamos dispone siete sistemas de simulación de vuelo, tres para interceptaciones, dos para empleo en combate aire-aire y dos para el entrenamiento en vuelo instrumental que operan de 07 a 23 horas ininterrumpidamente, siendo además complementado con un sistema C.A.I. para planes de instrucción teóricos y de familiarización con la cabina. En nuestra etapa con McDonnell Douglas realizamos 14 misiones en dos simuladores diferentes. Dichas misiones cubrieron el “Vuelo básico”, “Interceptaciones”, “empleo del Armamento A/A”, “Designación y ataque de un objetivo terrestre” y “Guerra electrónica”. De esta última dispusimos de una solo misión pero sirvió de ventana por la que pudimos asomarnos a la auténtica capacidad que el F-18 adquiere en una guerra moderna, si se le data de todos sus sistemas ( sensores, perturbadores activos y pasivos, identificación electrónica y ópticas misiles de autodefensa y capacidad SEAD) dotación que aún suponiendo un aumento del costo reducen el valor del famoso binomio “coste eficacia” en un tanto por ciento tan alto que cualquier oposición a ello una vez comenzado el programa no puede tener consistencia. En estas 14 misiones quedan incluidas dos que se denominan HOTAS (hands on throttles and stick) en las que aprendimos a manejar la práctica totalidad de los sistemas de ataque del avión sin mover nuestras manos de controles sistema que constituye una de las características más peculiares del F-18 y de los futuros aviones de combate. En ellas también tuvimos que adaptarnos a las nuevas presentaciones en pantallas a la cabina “digitalizada” del F-18. Era un nuevo mundo haberlo visto en publicaciones o en los manuales no daba una idea de lo extraño que resultaba que la velocidad no estuviera en un anemómetro clásico que el altímetro fuera una ventana digital en la que no puedes observar la “tendencia del instrumento” o el empleo de las DDI (Multipurpose Digital Display Indicators) en las que la información seleccionada desde el MENU es presentada al piloto. Con el tiempo quedaría clarísimo que de no existir una cabina de ese tipo sería difícil para un único piloto controlar la totalidad de los paramentos de una misión, pues la información que un piloto puede obtener y necesita utilizar en un sistema como el HORNET con todos sus sensores funcionando es tal que si estuviera constantemente presentada en cabina sería un maremagnun ininteligible. El tipo de simuladores utilizados fueron dos. El primero dedicado a las ya mencionadas HOTAS, consistía en una simple cabina de avión con un sistema de visualización por pantallas de televisión que además se empeló en la parte de vuelo básico e instrumentos. El segundo de ellos, se utilizó en la fase de empleo de armamento tanto A/A como A/S. este equipo, más completo que el anterior, permite la proyección de imágenes que se reciben de una cámara de televisión que recorre una enorme maqueta en la que se ha construido un escenario con los objetivos más típicos de una misión de ataque a superficie. Las imágenes son presentadas al piloto en una pantalla que cubre exclusivamente el sector delantero y en las no existía una muy buena definición de imágenes. No obstante, los sistemas cumplían perfectamente el cometido que se le exigía. 30 años EF-18 682 1986-2016


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