Un hito en la historia del Ejército del Aire Rescate real en Málaga Aquella fría tarde de domingo, día 21 de febrero del 2016, como otro día cualquiera del año, se encontraban preparadas dos tripulaciones de alarma SAR del 803 SQN, una de helicópteros Superpuma, concretamente el ET-507 y una de avión D.4 VIGMA para salir de urgencia en cualquier momento. Eran las 17:48 de la tarde cuando mis compañeros y yo disfrutábamos del día con nuestras familias, parejas, amigos o nos preparábamos para la sesión de fútbol del domingo. A esa hora suena el teléfono de alarma, nos activa el RCC Madrid (Centro coordinador de salvamento de Madrid), por la llamada de urgencia de un parapentista de origen holandés de 56 años, que había perdido el control de su aeronave y se había accidentado en el municipio de Nerja, provincia de Málaga. Llegamos a la base en el menor tiempo posible. Cada colectivo se centró en su “antes de salir de misión” (término utilizado en el argot aeronáutico, concretamente en los escuadrones de alarma, para referirnos a las comprobaciones previas a la misión). Los pilotos, el teniente Lozano, como comandante de la aeronave y el teniente Sanz Abad, como segundo piloto, recopilaron todos los datos de Agustín López Sánchez Sargento del Ejército del Aire navegación y materiales necesarios para la misión, pidiendo coordenadas al RCC, ploteando el punto en el mapa, calculando el combustible, etc. Por otro lado, los dos rescatadores, el brigada Varela y el cabo 1º Ismael, dotan a la tripulación de las gafas de visión nocturna y aseguran sus equipos. El enfermero, el teniente Hernández, chequea todo su material sanitario y el que suscribe, sargento López, como mecánico de vuelo y operador de grúa, encargado de dar las novedades del estado de la misma al comandante de la aeronave, le daba el último visto bueno a la máquina. Justo en ese momento me comunica el comandante de la aeronave que cambiamos de máquina al HT.21-01, debido a una mejor capacidad GVN y mayor autonomía. Procedo, con ayuda de compañeros mecánicos, a revisar la máquina y equiparla, engancharla al remolque y sacarla del hangar. Con el helicóptero en plataforma y coordinación telefónica con el RCC, se actualizan las capacidades del helicóptero de alarma (Iridium, VHF, UHF), indicando el cambio de helicóptero. Después de los cálculos de combustible se decide repostar casi trescientos litros que le quedan para llenar los depósitos al máximo, por si nos hicieran falta. Y así fue, “nunca sobra combustible”. Nos ponemos en marcha y hago la “prueba de grúa” (es la prueba que se realiza antes de cada vuelo para verificar el correcto funcionamiento y estado de todos los elementos de la grúa). Con todo listo despegamos de LEVS hacia la zona siempre en contacto via Iridium con el RCC y actualizando el tiempo previsto para llegar y frecuencias de coordinación con el RESCUE 32 (D4) Y PEGASO (control militar de interceptación), el tipo de búsqueda a realizar, por sectores, con el datum de las coordenadas facilitadas y amplitud de 2NM. Las coordenadas mostraban una localización al noreste de la población 448 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Junio 2017
REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 864
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