OPERACIÓN “BALMIS”
11.30 h
Tras dos horas de trabajo, la limpieza ha finalizado. El pelotón vuelve a
reunirse en el aparcamiento para su propia desinfección: uno por uno van
pasando para ser rociados con la solución de lejía. Después tienen que esperar
unos minutos a que se seque y entonces comienza uno de los momentos
más delicados del proceso: la retirada del traje y demás elementos
de protección. Para ello, montan una línea en la que guardan la distancia de
seguridad y van quitándose con mucho cuidado todo el equipo. «Siempre
hay que tener precaución pero no tengo miedo, porque se nos ha instruido
bien», destaca el artillero Pavón.
12.00 h
Tras recoger todo el material, emprenden la vuelta a la unidad. Al llegar toca
desinfectar los vehículos y depositar los trajes y el material que no pueda
reciclarse en una bolsa para que se deseche, mientras que lo que tiene más
usos (como las botas o las gafas) se limpia a fondo. Y así, termina una nueva
jornada de desinfección para el RAAA 71, y el contador de las realizadas por
las unidades del Ejército en el marco de la operación “Balmis” suma otra
cifra. ¢
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