OPERACIÓN “BALMIS”
TIEMPOS DE EXCEPCIÓN
Amplían hasta julio de 2021 la validez
del Test General de la Condición Física
Texto: Beatriz Gonzalo Foto: COMGEBAL
Hace una década que se estableció
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el Test General de la Condición
Física (TGCF), en sustitución
de las Pruebas Anuales de Evaluación Física
(PAEF). Desde entonces, no existen
precedentes de su aplazamiento o suspensión
y, cada año, son miles los militares
que se enfrentan a estas pruebas
obligatorias que determinan su aptitud
física individual.
En condiciones normales, su validez se extiende
desde la fecha de realización hasta
el 31 de diciembre del año siguiente.
Los datos revelan que el 20 por ciento del
personal del Ejército de Tierra realizó las
pruebas en los primeros meses del año,
mientras que el resto hubiera tenido hasta
finales de diciembre para llevarlas a cabo.
Sin embargo, los tiempos han cambiado.
La declaración de estado de alarma, provocada
por la COVID-19, ha afectado a la
programación anual de las unidades y,
como no podía ser de otra forma, también
a la realización de las pruebas físicas,
al paralizarse por completo la actividad
de los tribunales calificadores. Todo ello,
sumado a las dificultades que se podrían
derivar, en un futuro, por la crisis sanita-
ria que atraviesa España —y el resto del
mundo—, requiere medidas excepcionales
que el Estado Mayor del Ejército no ha
querido pasar por alto. De este modo, se
ha prolongado la validez del TGCF hasta el
1 de julio de 2021, aunque esto podría verse
modificado nuevamente si la situación
persistiera.
También se refleja que se priorizará la
realización de pruebas para aquellos que
requieran el Test General para ascensos,
cursos de actualización, renovaciones de
compromiso y despliegue en zonas de
operaciones; así como los No apto en la
convocatoria de 2019 o que no pudieron
presentarse ese año por causas ajenas a
su voluntad.
«El objeto de la extensión es evitar que las
medidas que se están adoptando, para
que se desarrolle con las precauciones
higiénicas y sanitarias necesarias —y que
ineludiblemente provocarán que se reduzca
el número de plazas que se asignarán
a cada convocatoria—, perjudiquen el
desarrollo profesional de los militares del
Ejército que tienen la obligación de realizar
esta prueba una vez al año», explica
el comandante Mariño, destinado en la