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JULIO 2021
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poder federar nuestras redes con las de otros países participantes. Dichos requisitos,
recogidos en lo que la OTAN denomina Spirales FMN (Federated Mission Networking)
se renuevan cada pocos años y crecen en complejidad y seguridad, lo que obliga a adquirir
una mayor formación técnica, con una especialización cada vez mayor además
de un incremento paulatino del tiempo y trabajo empleados para alcanzar objetivos.
Hasta la fecha la manera de trabajar ha sido crear siempre sistemas nuevos cumpliendo
los requisitos exigidos para ejercicio u operación concreta. De esta forma, las diferentes
unidades han ido adaptando el tiempo de configuraciones técnicas, el personal implicado
y los medios de transmisiones según la circunstancia. Sin embargo, esta metodología
presenta graves problemas. Actualmente existen tantos requisitos que cumplir y la
complejidad de alcanzarlos es tal, que se requiere una inversión de tiempo, personal y
material que han llegado a un punto insostenible.
Para clarificar esta situación, es preciso indagar en la estructura de un despliegue. En
un ejercicio u operación CIS, se emplea al menos un Nodo Desplegable, que independientemente
de su entidad, alberga entre 20 y 50 máquinas virtuales en su interior cada
una con necesidades de instalación, configuración y administración continua durante
el desarrollo del ejercicio u operación. Dichas máquinas virtuales darán servicio a los
usuarios de un puesto de mando. Todo ello lleva un periodo de instalación y configuración
que puede durar de uno a dos meses con una tripulación de al menos ocho administradores
de alto perfil técnico coordinados correctamente durante el transcurso del
tiempo de configuración técnica. Ahora bien, la situación se complica a la hora de certificar
el sistema mediante inspecciones de seguridad, requisito indispensable dado que
las redes de mando y control de nuestros Ejércitos tienden a ser cada vez más seguras,
siendo nuestra misión adaptarnos a ella sin perder la funcionalidad que los Cuarteles
Generales necesitan para ejercer el mando.
Así pues, para alcanzar ese nivel mínimo de funcionalidad y seguridad en los sistemas,
se precisan hasta cuatro meses de trabajo intensivo de configuración técnica del sistema
con el mismo personal que, a su vez, necesita la formación y experiencia adecuada
para afrontar las crecientes dificultades que supone aplicar seguridad en la red. Además
de las máquinas virtuales de los Nodos Desplegables, la seguridad debe estar presente
en todos los elementos de la red, incluida toda la electrónica de red y en los cientos de
ordenadores que habitualmente se despliegan cada uno con configuraciones personalizadas
al usuario final. Todo ello debe estar bajo un minucioso control de cambios, ya
que no solo es importante la seguridad del sistema, sino su mantenimiento y garantía.
2. LA SECCIÓN Y SUS INTEGRANTES
A raíz de lo anterior, surge en el seno del Regimiento de Transmisiones 21, la Sección de
Nodos de Referencia de los CIS Desplegables. Se trata de un equipo de militares, material,
procedimientos e infraestructura que tienen como objetivo fundamental superar el
paradigma actual con las acciones y procedimientos que ello conllevan, así como estar
preparados para el futuro y apoyar los ejercicios y operaciones en curso.
El personal de la SRCD gracias a su capacidad técnica adquirida con la experiencia de
múltiples ejercicios y operaciones a lo largo de los años es capaz de abordar este desafío
que afecta a todas las unidades operativas del arma de Transmisiones.
La necesidad de especialización, adaptación a las circunstancias ha obligado a desarrollar
cinco áreas técnicas claramente diferenciadas: