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JULIO 2021
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Por parte cristiana, Fernando III sitúa su primer campamento cerca de Torre de los Caños,
sin embargo esta posición estaban situada demasiado cerca de las murallas de la
ciudad, por lo que hubo que trasladar la posición al ser blanco de irreparables daños,
por parte de los sitiados. Así, el Cuarto Real se estableció cerca de Tablada y con otro
campamento en Aznalfarache, y la flota en ese sector del rio.
La reconquista, no se decidió pues en una gran batalla, donde sin duda el número de
bajas hubiera sido enorme, sino a través de una táctica de desgaste, en el que abundaron
las refriegas, escaramuzas y ataques por sorpresa.
Por el bando mahometano, intentaron aprovechar los momentos de debilidad de los sitiadores,
para lanzar ataques que les proporcionase alguna ventaja táctica y moral, a la
vez que les permitiese la llegada de suministros y de los ansiados refuerzos del norte de
África. Utilizaban las llamadas “razias” incursiones rápidas y ligeras, saqueando, y quemando
lo que encontraban a su paso. Esta forma de actuar, con el paso de los años y
con ciertas variantes constituiría para los españoles un estilo de lucha llamada “guerrilla”.
Por su parte los cristianos iban cerrando más y más el cerco, controlando las salidas de
la ciudad cada vez con más efectividad. Estos, se percataron que el puente de Triana
que posibilitaba la comunicación con el Aljarafe, era uno de los puntos decisivos, para
conseguir el estado final deseado, la reconquista de la ciudad.
Propuso el Rey al Almirante que preparasen dos barcos, los más gruesos y fuertes, que
los armasen con fuertes planchas de hierro en sus proas, para que ejecutasen cuanto
más violento golpe sobre el puente, y esperasen a que soplase un viento lo suficientemente
fuerte, como para que el impacto pudiese romper el robusto puente Triana,
construido a base de barcas y gruesos maderos unidos por recias cadenas.
Se realizó una acción conjunta, en la que el propio Rey con lo más granado de sus tropas,
avanzó por la parte de la Torre del Oro, para retirar a los moros hacia la ciudad, hacer de escolta
al Almirante y permitir su avance sin oposición hasta que consiguió destruir el puente.
Con esta acción, ocurrida el día 3 de mayo de 1248, día de la Santa Cruz, quedaron los
sitiados destituidos del socorro de Triana y de la comunicación con el Aljarafe, quedando
aislados dentro de la ciudad más de 450.000 moros. Los días siguientes, los cristianos
se centraron en combatir Triana, a la que ya no podían llegar refuerzos.
Sin embargo, la ciudad no se rindió debido ya que aún estaba bien provisionada, lo que hizo
que sus moradores aguantasen y negociasen la rendición. Finalmente, después de un terrible
verano, se acordó la entrega de toda la ciudad y se le dio un mes de plazo para su evacuación,
izando la seña real de Castilla y León sobre el Alcázar el 23 de noviembre de 1248.
Se puede decir, que esta fue la primera operación conjunta, documentada de la historia
moderna, donde la armada y el ejército planearon y ejecutaron una operación de ataque
a una posición, que fue decisiva para conseguir el cumplimento de la misión, la reconquista
de Sevilla.
BIBLIOGRAFIA
a. Sanchez Saus, Rafael: La conquista de Andalucía. Biblioteca CEU 2011
b. Ortiz de Zuñiga, Diego: Anales Eclesiásticos y Seculares de la muy noble y
muy leal ciudad de Sevilla. Madrid 1795
c. De la Vega Vigera, Enrique: Primer Pregón a San Fernando. Sevilla 1983
d. Fuentes abiertas: Wilkipedia, Pag WEB Hermandad de Valme, Blog 2ª edición
“el Camino de San Fernando”.