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MANUAL DE SOPORTE VITAL AVANZADO EN COMBATE

externa de esa onda está formada por aire altamente comprimido, creando lo que se llama el «frente de choque». El cuerpo de la onda de explosión y el movimiento en masa de aire ambiente es lo que constituye el llamado «viento de explosión», que sigue al frente de choque y puede contener partículas y objetos sólidos; este viento puede además desplazar a las víctimas. La capacidad lesiva de una explosión depende del pico y duración de la sobre-presión. 572 En condiciones ideales, en un sitio al aire libre, la sobrepresión resultante de una explosión sigue generalmente una curva de presión/tiempo (onda o curva de Friedlander), con tres componentes bien definidos. Curva de Friedlander Hay una subida instantánea de presión del aire ambiente que dura solo unos pocos milisegundos, seguida de un período más largo de presión subatmosférica. Finalmente, ocurre el desplazamiento en masa del aire ambiente (viento de explo-sión). La forma de esta curva de presión/tiempo varía dependiendo de la topo-grafía local, presencia de paredes u objetos sólidos, y de que el lugar sea cerrado o abierto. La onda de presión es reflectada y modificada al impactar superficies sólidas. La magnitud de la onda de sobrepresión también define el tipo de lesión. Considerando que una atmósfera de presión (760 mmHg) equivale a 14,7 psi, un leve aumento de solo 5 psi puede romper la membrana del tímpano. Presiones de 80 psi provocan lesiones pulmonares en un 50% de víctimas; en-tre 130 y 180 psi la mortalidad es del 50%, y entre 200 y 259 psi la mortalidad es del 100%. El tamaño y cantidad de explosivo, así como la distancia de la víctima al epi-centro, también influyen de manera decisiva en los tipos de lesiones, como ha sido demostrado repetidamente por la experiencia de conflictos bélicos. A distancias muy cortas, inferiores a 3 metros, la mayoría de lesiones son críticas, incluso con


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