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REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 841

1924, poco antes de las nueve de la mañana, se iniciaba el primer gran raid de la aviación militar española, con el despegue del Dornier Wal nº 3, a los mandos del capitán Ramón Franco desde la base del Atalayón en Melilla, con destino a Cádiz, donde debían de recoger al comandante Delgado Brackenbury, jefe de la expedición. La espesa niebla, que cubría la bahía gaditana, impidió el despegue del avión con rumbo a Larache donde les esperaban los tres Breguet. De nuevo, el mal tiempo, nubes muy bajas y espesa niebla impidió el amerizaje del avión, en la desembocadura del río Lucus, por lo que tuvieron que retroceder y dirigirse al puerto de Ceuta. Tras dos días en el puerto ceutí por causa de las condiciones atmosféricas, el hidro pudo despegar el día 6 a las 10 horas y 15 minutos. Tras llegar a Larache y sobrevolar el aeródromo militar de Auámara, observan que no se divisaban los aviones de la patrulla, siéndoles comunicado por radio que los Breguet habían despegado una hora antes. Con rumbo hacia el sur, tras tres horas de vuelo, amerizan en el puerto de Casablanca, prácticamente a la misma hora que lo hacían los aviones terrestres en el aeródromo militar de la ciudad. El recibimiento que se efectuó a los aviadores españoles fue extraordinario, tanto por parte de las autoridades civiles y militares como por la colonia española presidida por el cónsul Ricardo Begoña. Al día siguiente despegan todos los aviones rumbo a Mogador, en donde al llegar el hidro se encuentra con un mar embravecido y solo la pericia del piloto permite el amerizaje. Poco después toman tierra dos de los Breguet, pues el “Gran Canaria”, pilotado por Martínez de Pisón sufre una avería en el encendido del motor que le obliga a efectuar un aterrizaje forzoso en las cercanías de Safí. Tras dos horas en tierra y solucionado la avería, llega a su destino sin novedad. Otra vez el mal tiempo en el mar, impide el despegue del Dornier, por lo que los tres Breguet despegaron solos hacia Agadir (129 km) tomando tierra sin novedad. Al día siguiente despegan para cubrir la etapa Uno de los Breguet XIV participante en el raid. más larga del raid, Agadir-Cabo Juby de 500 kms. A la mitad del vuelo, cerca de Ifni, se encuentran con fuertes remolinos de viento que creaban verdaderas nubes de arena, que reducían considerablemente la visibilidad, por lo que deciden internarse hacia el mar, donde la tormenta de arena no les afectaba y siguiendo la costa lograron llegar a su destino, tras tres horas y media de vuelo. Recibidos por el coronel Bens, gobernador del territorio, comunican por radio las condiciones meteorológicas de la ruta a la tripulación del Dornier, permaneciendo tres días esperando su llegada. Aprovechan para realizar vuelos al interior del territorio, a petición del coronel Bens, interesado en que los indígenas vieran a los aviones españoles. El 11 de enero pudo despegar el Dornier, pero una vez más, lo que fue una constante durante el viaje, el fuerte oleaje hicieron imposible el amerizaje en el lugar seleccionado por Díaz Sandino, por lo que optaron por amerizar en mar abierto, esperando con los motores en marcha a que un bote trasladara al coronel Bens, pasajero hasta Santa Cruz de Tenerife, y la gasolina necesaria para repostar. Despegó el Dornier, orbitando sobre el aeródromo, para que una vez reunido con la patrulla de los Breguet, poner rumbo a la isla de Gran Canaria. Tras sobrevolar el puerto y la capital de Gran Canaria, los Breguet aterrizan en Gando y el Dornier en el Puerto de la Luz. Durante los días que permanecieron en la isla, efectuaron varios vuelos de cortesía sobre la misma, con la mala fortuna que en un aterrizaje en Gando, el “Tenerife” de Martínez de Pisón se fue encima del “Gran Canaria”, rebanándole parte del fuselaje que lo dejó inutilizado para el vuelo. Reparado el “Tenerife”, el 30 de enero se inicia la última etapa con destino a la isla de Tenerife. El Dornier ameriza en el puerto y los dos Breguet se dirigieron a Arico, al sur de la capital, otra vez con la mala fortuna que al aterrizar en un campo embarrado, Martínez Estevez capota con su avión dejándolo también inutilizado. Fue el último incidente de los Breguet, pues el comandante Delgado decide que éstos regresaran a la península embarcados en el “San Francisco”. Habían recorrido 1.536 km. en 12 h. 30 m., durante seis etapas, demostrando la posibilidad de establecer el enlace aéreo entre la península y las alejadas islas Canarias. Por otra parte, el “María Antonieta” antes de regresar a la península, sobrevuela el Teide volando por encima de los 4.000 m., siendo el techo del avión de 3.500 m. El viaje de vuelta se efectuó sin novedad, amerizando en Melilla, tras una escala en Sevilla, el 13 de febrero. En total habían recorrido 4.450 km. en algo más de 38 horas de vuelo, batiendo en el viaje de vuelta, durante la etapa Arrecife-Casablanca, el record de distancia en dicho avión, estableciéndolo en 817. km REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Marzo 2015 245


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