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REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 853

Del Pino junto a un avión T-33 con el que derribó dos aviones enemigos durante la invasión de Bahía de Cochinos (1961). Momentos antes de la tan “esperada” entrevista. carreras profesionales. Cada una de las historias personales de este grupo de “Eagles”, debe de servir de inspiración para un nutrido conjunto de oficiales que tendrán en el futuro la responsabilidad de guiar al resto en la difícil tarea de consolidar el equilibrio y la paz a nivel mundial. Es muy importante destacar, y saber reconocer el gran valor demostrado por tantos “Eagles”, tanto personajes célebres como no tan conocidos popularmente, cuyos sacrificios personales a lo largo de la historia han contribuido para asentar el estado de bienestar del cual todos nos podemos beneficiar en la actualidad. Considero mi participación en este Programa como una gran experiencia a nivel personal y profesional. Por ello, me gustaría agradecer al Ejercito del Aire la oportunidad única de haber podido asistir, contribuyendo activamente como representante español, a la reunión de los “Eagles” de 2015. • LA VIDA DEL GENERAL RAFAEL DEL PINO Desde el triunfo de la Revolución de Castro en 1959, el General del Pino fue superando con éxito diferentes etapas en su vida profesional, como oficial y piloto militar. Con apenas meses de entrenamiento en aviones de combate, vivió su bautismo de fuego durante la invasión de “Bahía de Cochinos” en abril de 1961, donde Del Pino consiguió derribar 2 aviones B-26 enemigos, además de hundir varios barcos. Por sus acciones heroicas, fue nombrado héroe de Playa Girón por parte del propio Fidel Castro, recibiendo un gran reconocimiento público. Tras superar las tensiones de un conflicto nuclear entre las 2 superpotencias mundiales, Del Pino ejerció el mando de la Base Aérea de Holguín, una de las más importantes en Cuba. Como oficial superior, recibió entrenamiento aéreo avanzado en la antigua Unión Soviética, además de tener la oportunidad de cursar altos estudios militares en la prestigiosa escuela soviética “Yuri Gagarin Air War College”. Del Pino también participó activamente en el mundo de la aviación comercial, ejerciendo como Director General de la aerolínea nacionalizada “Cubana de Aviación”. Durante la Guerra de Vietnam, Del Pino participó en el conflicto intensamente, primero como asesor de los pilotos de Vietnam del Norte, y más tarde como oficial de enlace durante la caída de Saigón en 1975. Al regresar de su último tour en Vietnam, Del Pino vivió uno de los retos más importantes de su carrera profesional al ejercer el mando de la Fuerza Aérea Expedicionaria que participó en la campaña militar de Angola, bajo el apoyo encubierto de la Unión Soviética. Durante el desarrollo de este conflicto, Del Pino tuvo que hacer frente a una situación profesional muy comprometida. Uno de los casos más complicados, tuvo lugar durante el desarrollo de las hostilidades, cuando una patrulla de reconocimiento formada por un grupo de 12 militares cubanos junto con 2 soldados angoleños, solicitaron apoyo aéreo al encontrarse rodeados por fuerzas enemigas. Tras recibir expresamente la orden por parte del Estado Mayor Cubano, y del propio Castro de no prestar apoyo a la ayuda solicitada, Del Pino reunió a sus pilotos exponiendo su decisión personal de acudir en solitario al rescate del grupo de militares desesperados que iban a ser apresados o aniquilados por el enemigo. Volando en un avión MIG 21 cargado con cohetes, y tras emplearse a fondo con gran valor y pericia, consiguió finalmente crear un sector libre por el que lograron escapar sus compatriotas. Esta acción heroica, pero a su vez de insubordinación, según el Mando Cubano, casi le cuesta su carrera profesional al tener que regresar de inmediato a Cuba para dar explicaciones en persona al propio Raúl Castro, Ministro de Defensa por aquella época. Este incidente, unido a otros derivados de la actitud del Régimen con sus tropas, fue poco a poco aumentando el descontento y desconfianza del General del Pino. Los responsables de la revolución, con los que tan fervientemente había combatido desde la juventud, no estaban implementando en la sociedad cubana aquellos valores tan anhelados de libertad y progreso, por los que tantas vidas habían sido sacrificadas. Por ello, tras afrontar posiblemente la decisión más dura de su vida, el General del Pino decidió abandonar la isla de Cuba junto a su familia en una pequeña avioneta. Tras conseguir burlar la búsqueda de los cazas MIG-23 cubanos que salieron en su persecución, Del Pino aterrizó finalmente en la Base Aeronaval de Key West (Florida, USA) el día 29 de mayo de 1987, comenzando una etapa diferente de su vida. Estas historias son sólo una pequeña parte del amplio surtido de experiencias personales, que como oficial precursor de la Fuerza Aérea en Cuba durante el complejo escenario de la Guerra Fría, han sido parte de la vida de un hombre que siempre se ha definido como un gran apasionado de su profesión. Con más de 9000 horas de vuelo, tanto en aviones comerciales (IL-14), como en todo tipo de reactores de origen soviético (MIG- 17, 19, 21, 23), el General Del Pino es un hombre que ha vivido intensamente el mundo de l a aviación, y del cual todos tenemos mucho que aprender y agradecer. REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Mayo 2016 429


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