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REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 868

dossier La siguiente fase a TR es ISR (Intelligence, Surveillance & Reconnaissance) y supone la base de nuestro adiestramiento y preparación para todas las demás fases. Todas las misiones de fases posteriores requieren de las habilidades y conocimientos aprendidos en esta fase. Además, es el primer contacto con un ambiente operativo y donde se empieza a apreciar lo fundamental, que es un buen CRM (Crew Resource Management), para el éxito de la misión. Además del control del avión por parte del piloto (que gracias a las capacidades de la plataforma está altamente automatizado y no requiere por sí solo La cantidad de información a asimilar en momentos de mucha actividad y escenarios complejos es muy alta y es todo un reto conseguir gestionar todos los de un gran esfuerzo por parte del piloto) y del MTS-B (Multi-spectral Targeting System – B) por parte del operador de sensor (también referido simplemente como sensor), hay que gestionar elementos mucha información que cambia en tiempo real, y la coordinación entre piloto y sensor en la GCS (Ground Control Station) tiene que entrenarse mucho para ser eficientes. Las pantallas principales de las estaciones de piloto y sensor muestran mucha información (parámetros del objetivo, parámetros del MTS y de la cámara seleccionada, información del designador láser…), además de la propia imagen que se obtiene a través de las cámaras del MTS. También están las pantallas de las consolas (se encuentran debajo de las principales) que dan mucha información de los propios sistemas del avión y del MTS. A todo esto hay que añadirle los sistemas periféricos, que al fin y al cabo incluyen más pantallas a las que mirar durante la operación, presentando información de por ejemplo el escenario táctico (programa ZEUS - Raytheon), mensajería tipo chat con otras unidades y puestos de mando (mIRC – Internet Relay Chat), operación del SAR (Synthetic Aperture RADAR: el SAR no es un sistema periférico en sí, pero lo maneja el piloto desde una de las pantallas auxiliares), conexión a red interna o incluso internet y demás funcionalidades que se pueden incluir. Más elementos de información son las propias radios de la GCS y de la aeronave para comunicaciones, además del mIRC y el propio télefono. Como se puede apreciar, la cantidad de información a asimilar en momentos de mucha actividad y escenarios complejos es muy alta y es todo un reto conseguir gestionar todos los elementos en cada instante como tripulación para llevar la misión al éxito. Durante la fase ISR se van introduciendo gran parte de estos elementos progresivamente para ir incluyéndolos en la «comprobación cruzada» y manejo por parte de la tripulación. Asimismo, se entrenan las responsabilidades de cada miembro de la tripulación y se asimila poco a poco el papel que tiene que jugar cada uno dentro de la GCS, pieza fundamental para el buen funcionamiento en la operación. La disciplina en cabina (GCS) es imprescindible en este proceso de aprendizaje y desde el principio se fomenta que sea la propia tripulación en instrucción la que establezca hasta ciertos límites el tipo de «contratos», el cómo repartir las tareas durante el vuelo entre piloto y sensor y luego en el debriefing sacar las lecciones aprendidas y cómo mejorar esa gestión de cabina en las siguientes misiones. 900 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Noviembre 2017


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