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Marcelino Ramírez García (1864-1940) veterinario militar y médico: precursor del concepto... Sanid. mil. 2019; 75(3)  177 Ramírez con Rof Codina El destacado veterinario militar y civil Juan Rof Codina (1871-1967)(11) y Ramírez sintonizaron enseguida, nada más llegar este a La Coruña. Entre Rof Codina(12) y Ramírez García debió existir una gran amistad. Prueba de ello son los numerosos congresos a los que asistieron juntos, y la concurrencia a actividades científicas, divulgativas y sociales; incluso la asistencia a bodas, en las que se les vio juntos. Todo ello nos hace pensar que compartían los mismos valores. Juan Rof Codina, como Inspector de Higiene y Sanidad Pecuarias de La Coruña, y Marcelino Ramírez, como veterinario militar y médico, concurrieron en 1917 a la IV Asamblea Nacional Veterinaria (ANVE) como los dos representantes más destacados de la región gallega. El primero lo hizo con una ponencia sobre «Abastecimiento de carnes», y el segundo para aclarar conceptos erróneos de la «medicina médica (sic) y veterinaria». Un ejemplo de su buena sintonía es que, en el Primer Congreso Veterinario Español de 1929 (ya jubilado Ramírez y residiendo en Logroño) se recibió un telegrama de Gordón Ordás(13), excusándose por no estar presente en las primeras sesiones de dicho certamen y proponiendo que se nombrase presidente de honor a Juan Rof Codina. Lo hizo en los siguientes términos: Ilustre veterinario catalán que en treinta años de acertadísima actuación ha sabido enaltecer a su Patria chica y a la Veterinaria en esta maravillosa tierra gallega que hoy le despide(14) con los mayores extremos de pena, admiración y simpatía. La lectura del telegrama fue acogida con fuertes aplausos, el presidente pidió a la asamblea que resolviese sobre esta propuesta, hasta que, según cuenta el cronista, «el coronel veterinario Marcelino Ramírez se adhiere y propone que se apruebe por aclamación, como así se hace». Se aprecia en los dos un gran interés por contribuir a la formación de las clases trabajadoras; fundamentalmente en los aspectos referentes al ámbito de la salud pública, tanto desde el punto de vista humano como en el de las diferentes especies domésticas. Esto era concurrente con las actividades que en la época desarrollaba «La Reunión Recreativa e Instructiva de Artesanos», principal órgano cultural coruñés de las clases populares, al que siempre tuvieron gran estima las élites intelectuales, entre las que citamos a Ortega y Gasset, Nóvoa Santos, Gordón Ordás o Gil Casares, además de Marcelino Ramírez y Rof Codina, entre muchos otros que pronunciaron conferencias en esa entidad. (11)  Rof Codina fue padre del insigne médico y ensayista Juan Rof Carballo, discípulo de Nóvoa Santos, Jiménez Díaz y Marañón y seguidor también de la medicina antropológica de Viktor von Weizsäcker (1886-1957). El actual Hospital Veterinario de la Universidad de Santiago de Compostela, en el Campus de Lugo, lleva el nombre de Juan Rof Codina, a día de hoy (2019) N. del A. 12  Rof Codina fue veterinario militar durante el periodo 1898 a 1902. (13)  Félix Antonio Gordón Ordás fue un veterinario y político republicano español. Durante la Guerra Civil Española fue embajador ante México y años más tarde desempeñó la Presidencia del Gobierno de la República española en el exilio. (14)  Rof iba castigado a Córdoba por el régimen de Primo de Rivera pero, debido a las numerosas protestas habidas, el extrañamiento no se llevó a cabo. N. del A. En otras ocasiones ambos veterinarios eran requeridos para cuestiones más prácticas y urgentes, y menos académicas, como sus intervenciones ante epizootias que estaban causando pérdidas económicas a la cabaña gallega, solicitándoles las autoridades locales que se prestasen a ayudar en la planificación de la erradicación y acciones a emprender. Desde el lado de la medicina humana Marcelino presentó al Congreso Pedagógico de Lugo de 1923, su trabajo pediátrico: Psicología del niño tuberculoso, comunicación que tuvo un gran éxito. El domingo 1 de noviembre de 1925, bajo el título Interesantes lecciones a los ganaderos se publicaba en El Heraldo Gallego que los dos compañeros, Rof Codina y Ramírez, habían impartido interesantes charlas en el Ayuntamiento de Neda. Tuvieron lugar en sesiones de mañana y tarde en la parroquia de Anca y en el local sindical respectivamente, en presencia de todo tipo de notables de la zona: representantes políticos, profesionales, veterinarios titulares, clero, miembros de los sindicatos, ganaderos, maestros y público en general. Marcelino Ramírez, una vez presentado como jefe de veterinaria militar de la 8ª Región Militar e ilustre tisiólogo, disertó sobre La lucha contra la tuberculosis de los animales domésticos en Galicia. Hizo hincapié en la necesidad de hacer «cultura popular tisiológica ». Estas tres palabras parecen ser una obsesión en el ánimo de D. Marcelino pues las empleó de modo idéntico en su trabajo del año anterior, presentado al Congreso Nacional de Ciencias Médicas de Sevilla bajo el título: Herencia, predisposición y pretuberculosis desde el punto de vista de la cultura popular tisiológica. En la presente ocasión insistió en que esto era imprescindible «antes de ejecutar el plan de lucha indispensable» que proyectaban llevar a cabo. Para demostrar lo ignorante que era el pueblo en este aspecto, citó el caso bárbaro que publicaba El Correo Gallego aquel mismo día(15), sobre un suceso ocurrido en el ayuntamiento de Golada en Pontevedra, en que «creyendo salvar la vida de un tuberculoso, para darle a beber la sangre de un niño sano y robusto, ha sido degollada una inocente criatura de diecinueve meses». Puso de manifiesto la necesidad de implantar el diagnóstico precoz de la tuberculosis en el ganado vacuno mediante la prueba de la tuberculina. Refirió el ejemplo de la campaña llevada a cabo por Bang, en Dinamarca, que había logrado terminar con las vacas tuberculosas, que fueron sustituidas por animales sanos de razas mejoradas, reconvirtiendo lo que era una ruina social de todo tipo, en una importante fuente de riqueza. Explicó el peligro de convivir personas, en especial niños, con animales enfermos y la necesidad de poner aparatos esterilizadores de carne en los mataderos para aprovechar este alimento que se destruía con grave perjuicio para la economía y la alimentación de la gente. Ramírez tuvo un éxito notable, hablando Rof a continuación sobre Momento actual de la ganadería de abasto en Galicia(16). A partir del 29 de noviembre de 1925, ambos acuden a Ferrol, como profesores de la referida Cátedra ambulante del Consejo provincial de Fomento, a dar sendas conferencias en el Centro Obrero de Cultura, presentados por el doctor Quintanilla. En (15)  El Correo Gallego 23 de septiembre de 1925 p. 4 y El Ideal Gallego 23 de septiembre de 1925 p.5 (16)  El Heraldo Gallego, 1 de noviembre de 1925.


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