revista de aeronáutica y astronáutica / marzo 2019 generación Stealth (parte 3) 179 el que está basada esta visión es el de disponer de plataformas no tripuladas, de costes reducidos, capaces de operar conjuntamente con un avión de combate avanzado, con actuaciones o bien subsónicas o supersónicas que se complementarían en algunos casos con características de baja observabilidad, disponiendo de una serie de sensores con capacidades específicas conforme fuera el cometido de las mencionadas plataformas, desde simples enjambres sacrificables en zonas de alta densidad como vehículos autónomos de repostaje en vuelo, pasando por arsenales volantes, drones de ataque a suelo y supresión de defensas aéreas, guerra electrónica o sistemas de surveillance avanzados. Aunque el concepto base es el mismo, las designaciones con los que se conocen varían, desde los remote carrier diseñados para acompañar al NGF de Airbus (y presentados en forma conceptual durante la feria de Le Bourget de junio de 2019) hasta los loyal wingman de Boeing que actualmente manejan los contratistas estadounidenses, menos flexible que los anteriores, pero con un grado de desarrollo mayor en la actualidad, al que podría sumarse un cliente potencial adicional como lo es la RAAF, desarrollando paralelamente un concepto presentado en el Avalon 2019 australiano, destinado al programa ATS (Airpower Teaming System) que habrían de operar conjuntamente con sus F/A-18 y F-35, pasando por el XQ-58A Valkyrie de la USAF, demostrador subsónico con un alcance estimado de 2000 millas náuticas y capacidades furtivas, su actual State of the Art en materia de aviones no tripulados que podría ejecutar misiones de tipo surveillance, ataque a suelo y guerra electrónica. Por su parte, la RCO y la DSTL británicas anunciaron en julio de 2019 la concesión de los contratos preliminares de diseño del concepto LANCA (Lightweight Affordable Novel Combat Aircraft) bajo la designación Project Mosquito, contemplando un diseño transónico y capacidad de interactuar con diferentes activos, tanto tripulados como no tripulados. En menor medida, otras alternativas están siendo estudiadas, como el empleo de aviones de combate actuales tipo F-16 o incluso SAAB Gripen en las que el propio piloto sería el elemento eliminado de la ecuación. El primero recibe el nombre de Have Raider II, y según los estudios de Lockheed Martin, dado el nivel de desarrollo del software e integración de los sistemas alcanzado, un avión de estas características sería capaz de realizar el 90 % de las misiones que actualmente ejecuta. En el caso del Gripen, el asiento físico del piloto se mantendría, pero llegado el caso, podría desmontarse fácilmente alojando un depósito de combustible adicional. No han sido los únicos casos, habiéndose propuesto emplear aviones de generaciones pasadas y modificarlos a tales fines, sin que estas ideas hayan salido adelante. CONCLUSIONES Las diversas entregas de la serie han analizado el estado de los programas actualmente vigentes de quinta generación, desde los más maduros y funcionales hasta aquellos que se encuentran en pleno desarrollo. En términos comparativos globales, es obvia la LANCA de la RAF (Imagen: UK MoD)
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