revista de aeronáutica y astronáutica / marzo 2020 destacamento Ícaro 217 Aérea/47 Grupo de Fuerzas Aéreas. El grueso del apoyo en tierra lo proporcionó el EADA y de las comunicaciones se encargó el GRUMOCA. Actuó con éxito en las misiones de mayor riesgo. Dos de sus F-18 atacaron unos depósitos serbo-bosnios de munición en un suburbio de Pale, al norte de Sarajevo, el 25 de mayo de 1995. La operación Deliberate Force se inició el 29 de agosto para vencer la resistencia de los serbios de Bosnia-Herzegovina a alcanzar un acuerdo de paz. Esta acción fue la primera de combate realizada por OTAN en toda su historia. Durante diecisiete días se desarrollaron unas intensas operaciones aéreas en las que participaron los F-18 y los Hercules españoles con más de 140 salidas. Se lanzaron misiles antirradiación HARM, bombas de guiado láser GBU-10 y GBU-16 y bombas convencionales BR-250 y BR-500. Esta operación hizo posible el levantamiento del cerco de Sarajevo y obligó a los bandos contendientes a negociar y alcanzar el Acuerdo de Dayton, el 21 de noviembre, logrado en la base aérea de Wright-Patterson de la ciudad de Dayton, en Ohio (EE.UU.), y firmado el 14 de diciembre en París. El 20 de diciembre Naciones Unidas transfirió la autoridad a la Fuerza de Implantación de la Paz (IFOR) de la OTAN, momento en que finalizó la misión de UNPROFOR. Terminó de este modo la operación Deny Flight y comenzó la operación Decisive Endeavour en apoyo de IFOR. Un año después, el 20 de diciembre de 1996, la Fuerza de Estabilización (SFOR) de OTAN sustituyó a la IFOR en la importante tarea desempeñada por la alianza de Bosnia- Herzegovina. Joint Guard y Joint Force serían las siguientes ¿POR QUÉ FUE TAN IMPORTANTE EL DESTACAMENTO ÍCARO PARA EL EJÉRCITO DEL AIRE? Con Ícaro el Ejército del Aire retomó el carácter expedicionario que le había caracterizado desde la fundación de la aviación militar española. La primera escuadrilla expedicionaria que actuó en el conflicto del norte de África, la Escuadrilla Azul en la Segunda Guerra Mundial y la participación en los conflictos de Ifni y del Sahara, son claros ejemplos de ello. El despliegue de aviones de combate fuera del territorio nacional para tomar parte en operaciones reales, entre las que se incluyó la primera acción de combate realizada por la OTAN en toda su historia, confieren ese carácter expedicionario a la participación del Ejército del Aire en el conflicto de los Balcanes, con la activación del Destacamento Ícaro. Hubo que elaborar un concepto logístico nuevo y buscar la completa coordinación e interoperabilidad con nuestros aliados en la ejecución de las misiones. Entre ellas, las de patrulla aérea de combate, apoyo aéreo cercano, ataques aéreos sobre objetivos designados, supresión de las defensas aéreas enemigas y, por supuesto, reabastecimiento en vuelo. Volviendo a las reflexiones del general del aire García Arnaiz, «la gran cantidad y diversidad de participantes, junto con la prolongación en el tiempo de la operación, hicieron que se alcanzase al final un nuevo concepto de operación multinacional, en el que la interoperabilidad de medios, procedimientos y técnicas constituyen un valor primario de cualquier fuerza militar capaz. La operación en los Balcanes nos enseñó que las Fuerzas Armadas, no solo deben ser capaces de cumplir con eficacia sus misiones relacionadas directamente con los intereses nacionales, sino que además deben ser capaces de integrarse en formaciones multinacionales que defiendan los intereses comunes de los que participe la propia nación». La participación del Ejército del Aire en la crisis de los Balcanes refrendó definitivamente el poder aéreo como herramienta fundamental para la resolución de conflictos y constituyó una oportunidad única para llevar a cabo el mejor modelo de evaluación operativa al que puede aspirar una fuerza aérea, su entrada en combate. Lo reducido del espacio disponible para los aviones, obliga a aparcarlos a mano, aumentando el ya de por sí elevado ángulo de giro del F-18
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