la Candelaria. Estamos ante una misión tipo que se realiza en coordinación con el citado navío del Instituto Social de la Marina, y otros navíos de rescate y de la Armada, cuando por la autonomía no se puede hacer directamente. Se debería de recordar que los helicópteros del Grupo 82 se hacen cargo de los rescates que se producen a partir de las 150 millas del archipiélago; hasta esta distancia los responsables de los rescates aéreos son los helicópteros de Salvamento Marítimo (Ministerio de Fomento) del Helimer Canarias, que opera un Agusta-Westland AW139 desde Tenerife Sur y un veterano Sikorsky S-61N Mk II desde Gando; y los del 112 del Gobierno Autónomo de Canarias que tienen contratado a Inaer un servicio de rescate que utiliza Agusta Bell 412SP. A partir de dicha distancia Aproximación a un pesquero. Foto: Grupo 82. y hasta lo que da la autonomía de los HD.21, que es de unas 350 millas, es responsabilidad del Ejército del Aire, lo que entraña asumir las misiones más arriesgadas en la profundidad del Atlántico, y normalmente en condiciones meteorológicas complicadas. La disponibilidad de los citados helicópteros y su tripulación es muy alta. Como nos comentaba un piloto de helicópteros: “El tiempo de reacción es básico para asegurar el buen fin de una misión de rescate. Hay que tener en cuenta que la mayor parte de nuestra actividad es sobre el Océano Atlántico, que tiene unas temperaturas bastante frías de en torno a 19-20ºC, lo que puede provocar una rápida muerte por hipotermia de los posibles náufragos” Esta actividad sobre el Atlántico ha convertido a los miembros del 802 Escuadrón en una de las unidades más marinas del Ejército del Aire. A esto hay que sumar las intervenciones en la escarpada orografía de las Islas Canarias, protagonizando también varias intervenciones de rescate de accidentados en montañas. Así mismo la Unidad ha realizado múltiples evacuaciones de heridos entre las Islas, aunque tampoco se debería olvidar que hace años realizaba los traslados de órganos para trasplantes y ha participado en las labores de control de la marea negra, tanto en Canarias como en otros escenarios. Así en 2002 tras el naufragio del infausto petrolero Prestige, el Escuadrón envió a Galicia uno de sus aviones Maritime Patrol Aircraft (MPA), en concreto uno de los Fokker F-27 Maritime o D.2, que usaba por entonces el 802 Escuadrón, que colaboró en el seguimiento de la marea negra que ocasionó el hundimiento. De igual manera, los cielos canarios tienen una gran actividad aérea dada su singularidad insular. A este gran tráfico civil se añade el propio de la Base, que es de hecho una Fuerza Aérea en miniatura, ya que cubre los apartados básicos de tener destinados en ella cazabombarderos, transportes (el Ala 35 tiene permanentemente destacado un Airbus DS C295) y el propio Grupo. A esta actividad se suman constantes ejercicios aéreos, tanto a nivel nacional como extranjero, que llevan a la Base de Gando a muchas aeronaves, que necesitan estar debidamente cubiertas con un buen servicio de SAR. De hecho su concurso es básico para ejercicios como los exigentes Dissimilar Air Combat Training/Entrenamiento en combate aéreo disimilar (DACT), que se llevan realizando en Canarias desde el año 2004, y que cada año reúnen además de casi a todas las unidades de combate del Ejército del Aire, a aparatos de otras fuerzas aéreas de la OTAN, y normalmente un Boeing E-3A Sentry de Airborne Early Warning & Control (AEW & C) de la Alianza. REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Junio 2017 497
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